Hoy es 27 de septiembre del año gregoriano 2008. Por la razón que sea, la aparición de mi libro está coincidiendo con el desplome del sistema financiero del Planeta Tierra.
En estos momentos, las manifestaciones se suceden en Estados Unidos para mostrar el malestar de la población ante el «Plan del rescate de los banqueros» ideado por Henry Paulson, jefe del Tesoro americano, y ex de Goldman Sachs.
Gracias a vídeos como Moneymasters, Zeitgeist y Money as debt (traducido por éste que os habla y Greg Grisham como «El dinero como deuda»), los seres humanos del Planeta Tierra nos hemos enterado, por fin, cómo se crea el dinero. (Un secreto cuya desvelación fue anticipado por este tipo de mensajes hace ya 6 años, todo hay que decirlo). El ímprobo esfuerzo de los últimos tiempos de unas cuantas personas por colocar esa información en Internet ha propiciado que hoy, una parte de la población sepa la relevancia de lo que, ahora mismo, se está tratando en Estados Unidos. Ni más ni menos que otro golpe de estado (uno más) que permitiría salvar, por unos meses, el sistema financiero y nos llevaría a una crisis de proporciones monstruosas.
Estamos viviendo unos momentos cruciales para la Humanidad pues, como sabéis, las fuerzas de la oscuridad, están tratando, a toda costa, crear un holocausto nuclear. La libertad en Internet amenazada y el chip a la puerta de la esquina contemplan el sombrío panorama a corto plazo que estamos encarando.
En este orden de cosas (más los desequilibrios electromagnéticos en el Planeta) es cuando se han intensificado los anuncios de que una nave estelar se hará visible en una parte del Planeta. Pasaron varios días hasta que me decidí a poner el primero y, desde entonces, desde diferentes lugares del globo se han multiplicado, no uno, sino decenas.
Aunque muchos mensajes coinciden en muchas cosas, no todos lo hacen. Hay algunos que hablan de que no se debe hacer caso de fechas, entre otras cosas, porque «el lado oscuro» podría realizar movimientos para impedirlo, bien directamente, o bien creando algún suceso luctuoso que fuera achacado a esta eventual fuerza galáctica. Algo que a mí me parece bastante sensato.
Ni he sido contactado ni tengo (de momento) poderes psíquicos. Sí sé que estamos viviendo unos días de máxima tensión y que esa eventual intervención podría cambiar la situación. De cualquier modo, y haciéndome eco del sentir de algunas personas que sí tienen esos poderes y creen que hay mensajes «distorsionados», os invito a ver las siguientes entrevistas que he hecho en los últimos días.
En lo que a mí respecta, creo que ese momento lo crearemos entre todos. Es posible que la respuesta en la calle ahora mismo en Estados Unidos sea el comienzo de algo. «Inshallá».