Ahora ya, la Realidad va muy deprisa. Os anunciaba apenas hace un par de días que los equipos de fútbol van a comenzar a quebrar y ayer mismo aparece la noticia sobre las dificultades que atraviesan 13 equipos de fútbol de la primera división española. La ecuación es muy sencilla: menores ingresos en las empresas= recortes en patrocinios y publicidad. Como dice el articulista de Periodista Digital, la única solución para algunos de esos equipos será que sean ayudados por sus respectivos ayuntamientos, con lo que nos veremos en la paradoja de que habrá gente que se quede sin trabajo y/o sin casa, mientras que sus propios ayuntamientos paguen las milllonarias nóminas de sus equipos de fútbol favoritos. En otras palabras: que la gente «común» va a tener que ver la irracionalidad del mundo en el que viven.
Otra de las infinitas ramificaciones del final del Sistema tal y como lo conocemos afecta a los medios de comunicación. Obviamente, cuando una gran parte de sus ingresos depende de la publicidad de las empresas y éstas las están pasando canutas, no pueden cuadrar sus cuentas. En España, el periódico Segunda Mano ha dejado de imprimirse en papel y se ha pasado a Internet, y la otrora todopoderosa editorial Hachette Filipacchi ha cerrado dos de sus cabeceras (Teleindiscreta y Ragazza) y ha vendido otra: la revista «Qué leer».
Pero reducir lo que está pasando a una contracción en el consumo fruto de la crisis inmobiliaria sería mentir a la población: lo que está sucediendo es algo mucho más profundo. El despertar de la Humanidad ante el engaño en el que ha vivido durante milenios que les hace desconfiar de los medios de comunicación. El colapso de los medios de comunicación en Estados Unidos guarda relación con la Verdad del 11-S que estos periódicos han ocultado. Cabeceras de solera como Miami Herald y el grupo del Chicago Tribune y los Angeles Times están amenazados de cierre, con la particularidad éste último de que fue comprado por un judío sionista. De acuerdo a la regla que he ido validando empíricamente en los últimos años, allá por junio en España comenzarán a tener que cerrar periódicos y/o ser vendidos, incluidos El País o el Mundo.
En este orden de final de Era, el próximo año esperamos una avalancha de información sobre vida en el espacio exterior, dado que en el equipo de Obama hay, por lo menos, dos personas interesadas en desclasificar estos documentos: John Podesta y Bill Richardson. Una entidad norteamericana que apoya esta desclasificación ya ha escrito a ambos políticos para que den vía libre a esta liberación de la censura que se producirá a todas luces puesto que los Iluminati estarán más preocupados en salvar sus «muebles».
Por humildes que sean los pasos de Obama en el poder, la política norteamericana en el exterior va a ser muy diferente. Fraudes electorales como el ocurrido en Méjico hace dos años serán difícilmente posibles sin el apoyo de la CIA. En este excelente documental se explica lo que sucedió.
