Hace cosa de 20 años, cuando andaba escuchando heavy metal, me compré un disco de cuatro chicas norteamericanas que contenía preciosas melodías como «Manic Monday». (Imaginaos mis amigos: «¡no me seas maricón, Rafa!»… Salirme de la norma nunca me ha importado mucho, la verdad, bueno, pá qué os voy a contar). El caso es que la voz de la cantante principal me hacía volar pero cuando la vi en uno de esos videoclips de los 80… Entonces… Nunca he sido del fenómeno «fan» pero esa morenita de verdad que me hacía soñar.
Gracias a Internet, me he reencontrado con Susanna Hoffs, que así se llama la excepcional morenita, como el que se reencuentra con un viejo amor (que lo es, aunque platónico). 20 años después, Susanna sigue tan bonita (o más) y su voz se mantiene tan pura como hace dos décadas (o, tal vez, mejor, si me apurais, juzgadlo vosotros, más abajo, los melismas de la canción «Different drum»). Una voz y una cara que se mantienen puras con el paso de los años son señales de que Susanna no se ha traicionado a sí misma en estos 20 años; que la veinteañera todavía está viva en esta adorable cincuentenaria ¿Te puedes creer que tiene 50 tacos?. Llevo días poniendo las canciones del último album que ha sacado, de versiones de los 60-70, en compañía de un tal Matthew Sweet y es para quitarse el sombrero. (Ese disco SÍ merece la pena, os lo digo yo).
En el Paraíso de Rafapal (cuando se convierta en un Dios como todos llegaremos a ser, según dice El Libro de Urantia) está Susanna Hoffs cantando «Eternal Flamme», probablemente una de las mejores canciones de amor de todos los tiempos, y todas las dulces canciones que canta esta chica celestial. ¿Por qué? Porque la ves o la escuchas y todo se vuelve más luminoso y más bonito. Si la cara (y la voz) son el espejo del alma, esta chica es un Angel, no hay duda. (Sí, sé que es judía; gracias a ella me congracio con los hebreos… Jajaja). Mujeres como Susanna son el reposo y la inspiración que todo Guerrero ansía después de un día moviendo periódicos de aquí para allá y traspasando información para que el Mundo no se vaya al garete…
A ver si algún productor se anima a traerla a España (con o sin las Bangles) porque su voz (y su presencia) es una inspiración para conectarse con las altas esferas, aquellas que te hacen ser mejor persona, más valiente, más creativo, sobre todo, en mi caso, más etéreo. Desde aquí, me comprometo a promocionar ese concierto y ponerlo a reventar… A cambio de conocerla.
Os dejo con ella. El tema «Different Drum» es para escucharlo una y mil veces. (La pongo varias veces al día). Contemprarla, te saca de la mediocridad.
Otro temazo de los 60 con la incomparable voz de Susanna Hoffs.
Y otro, creo que de los Byrds. Sus versiones son de un gusto… de ángel, claro está.
Y otra más, el Different drum pero electrificado y con más marcha. HOY SE PUEDE COMENTAR.