Después de que el presentador de la BBC le arrincone con datos empíricos, se ve obligado a admitir que han «emocionado la información» (es decir, exagerado, para estresar las emociones de la ciudadanía) de que el hielo ártico desaparecerá en el 2030. Sin duda, este vídeo marca el final de esta organización que nos mantuvo entretenidos -e ilusionados- a tantos por algún tiempo.