Por supuesto, mi primera reacción al ver el vídeo fue estallar a carcajadas. Ahora bien, ¿qué es lo que me hacía tanta gracia? ¿Era ver por fin a alguien hablando como habla la gente de la calle? ¿era la historia de Mortadelo de la socorrista que se equivoca de una manera tan cómica con el cloro de la piscina? Seguro que sí, pero…
Después de haberle enseñado el vídeo a varios amigos, me he quedado con la inocencia de esta chica del ambiente okupa-anarkista que se atreve a decir lo que nadie se atreve a decir en este mundo de mentirosos donde nadie reconoce sus errores. Esta chica hace lo que todo Ser Humano que lo sea de verdad, debería hacer: reconocerlo. Por eso, en el fondo, lo que creo que nos hace gracia al verlo es porque conectamos con la parte de todos nosotros que ha metido la pata alguna vez en la vida.
El otro día, una amiga se la encontró por la calle, en Madrid, le preguntó por el vídeo y le contestó «que le paraban por la calle todo el mundo y le repetían ‘¡la he liado parda’!
En el fondo, creo que este vídeo nos hace mejores personas a todos, por eso declaro públicamente mi amor por esta chica y me reafirma en mi creencia de que algunas de las almas más puras y más auténticas de España pululan en el ambiente okupa. (Lástima que identifiquen a Dios con la Iglesia Satánica del Vaticano y se pierdan, con ello, el mundo de otras dimensiones más elevadas).
PD: ¿Os imaginais a los políticos haciendo alguna vez, sólo una vez, lo que ha hecho esta chica?
