Científicos como el inglés Piers Corbyn empiezan a pedir la derogación de la cumbre del clima de Copenhague debido a los emails revelados acerca de que ha habido una conspiración para modificar los datos sobre el clima y aparentar que había subido la temperatura con el fin de lanzar nuevos impuestos globales, establecer el Gobierno Mundial y enriquecer a personajes como Al Gore, gracias a los «tontos útiles» conocidos como «ecologistas».