Últimamente hay gente que me pregunta si se debe borrar de Greenpeace, de Amnistía Internacional o de Intermón-Oxfam. Mi respuesta es sencilla: hasta que no hablen del dinero-deuda esas organizaciones, las personas que trabajan en ellas y las que las apoyan no sólo están perdiendo su tiempo sino que están impidiendo, al distraer al personal de lo verdaderamente importante, que lleguemos a la verdadera solución de todos los males del Planeta.
Hoy, al enterarme de esta simpática organización cuyo lema es «Salvar a un periodista», he encontrado algo que sí va a la raíz del problema. Y, claro, como no podía ser de otra forma hoy día, con fino sentido del humor. Esta es mi ONG, sin duda. Si tengo que ser socio de alguna, me apunto a ésta.
