Ayer y hoy he ido afinando lo que conté sobre la «conspiración de las vírgenes» porque creo que tiene más miga. Al tiempo que los magos negros disociaban la sensualidad de la bondad, haciendo creer a las mujeres que «eran buenas si no disfrutaban del sexo», les contaron que el Hombre que querían (Jesucristo) no las iba a satisfacer porque él era célibe: por eso se hicieron, por una parte, monjas y, por otra, les inocularon a través de los cuentos, la imagen del guerrero inalcanzable (Lancelot) mientras se quedaban con el rey que las mantenía (Arturo). Es decir, que no se casarían con el que de verdad querían sino con el que debían e, incluso, con el que las hacía sufrir. Después de la «liberación sexual» del sexo sin amor, toda esta historia acabó degenerando en justamente lo contrario pero con el mismo fin de lo descrito antes: hacerse amigas (sin sexo) del hombre que de verdad querían para, inconscientemente, negarse el Placer del Amor al 100%, pues ese Amor está, invariablemente ligado en vuestro subconsciente, gracias a las películas y los libros, al SUFRIMIENTO.
¿Conclusión?
Me monto una película para evitar vivir lo que de verdad quiero.
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Creo que me equivoqué al poner la música a la declaración Stop secretS, cada vez tengo más claro que la canción que debe inspirar este movimiento es La canción de la Liberación, de Bob Marley. Aquí la tenéis subtitulada al español pero con unos cuantos fallos.
Aquí, el discurso de Kennedy sobre sociedades secretas, por si no lo conocíais.
Como ya sabréis, corre el rumor de que el Club Bilderberg se va a reunir en Barcelona este mes de junio. Se está organizando una gordísima de la cual os mantendré informados. Curiosamente, el grupo Stop secretS de Barcelona es el más numeroso….
Por último, algunas frases de Maribel Fombella que me inspiraron estos días.
El Arte sin conciencia es un ejercicio de ego
La Ciencia sin espiritualidad se convierte en demencia. ¿Pruebas?
HAARP, bombas atómicas, armas de destrucción masiva, armas biológicas, televigilancia…
En la bandera de la paz de Nicolas Roerich, los tres círculos de la Ciencia, Arte y Espiritualidad están envueltos en el círculo de la Cultura de la Paz.
