Ayer, en el Oeste Celeste, tuvimos una interesantístima charla-coloquio con Neus, la responsable del blog ladivinalocura.blogspot.com sobre la cordura y la locura. Creo que fue un hito el que personas que han estado ingresadas en hospitales psiquiátricos, como ella misma, pudieran explicar este gran tabú en nuestra sociedad, que ella alude, en algunos casos, a una «hiperlucidez descontrolada». Aquí, la entrevista que le hice el otro día.
Sin duda, quién marca los límites de la «Realidad» es uno de los últimos tabúes que debemos romper pero tenemos referentes en este mismo país (España) que seguro que a muchos os alucinará conocer.
Ayer, después del coloquio, un fiel tertuliano de nombre Luis me contó que había estado en una charla anarquista donde se había hecho con unos panfletos de principios del siglo pasado en España. Fue leerlos y aluciné, particularmente con este sobre el dinero, que os envío. ¡Flipad! Esto se escribía, se repartía y se leía en España ¡EN EL AÑO 1901!
En las últimas semanas, venimos hablando sobre los campos morfogenéticos (vibratorios) que se quedan en las casas y en las ciudades después de vivencias traumáticas pero, por las mismas, habrá que reconocer que las experiencias revolucionarias también deben quedar en esos mismos sitios en formato vibratorio tiempo después. Esa es la causa, a mi juicio, de que el movimiento de la Nueva Era naciera en el mismo lugar donde triunfó el efímero movimiento hippie (California): las semillas de la conciencia brotaron décadas después (y también Silicon Valley, claro).
Pues bien, de acuerdo a esa misma teoría, la semilla del anarquismo y la vida sin Estado, de fraternidad humana, debería quedar en España, el único lugar del mundo moderno (que yo sepa, dejando al margen las comunas hippies) donde triunfó esta avanzadísima forma de relacionarse.
Creo que hoy, más que nunca, un siglo después, y con la que está cayendo, todos deberíamos reivindicar esa vibración anarquista que se vivió en España hace un siglo. Y, según me cuentan, las experiencias de trueque y monedas alternativas están proliferando en la vieja piel de Toro…
Tomad nota: Algeciras (Cádiz), 1901. Letanías libertarias. Pura poesía revolucionaria.