Lo venimos diciendo hace tiempo: el nazismo fue protegido por los banqueros y sus máximos dirigentes pasaron a asesorar a los Estados Unidos, como Mengele, Von Braun, Skorzeny, Gehlen y el propio Hitler desde el cono sur (Argentina, Chile, Brasil y Paraguay) y en los propios Estados Unidos. La NASA, la CIA, el programa MK Ultra y la ingeniería genética hoy en boga son hijos de la Alemania nazi. La Unión Europea y el estado policial y de espionaje de la población que ahora padecemos son directos heredero de los planes nazis de militarización de la sociedad.
Esta hipótesis hasta ahora descabellada ya aparece en la prensa oficial.