Durante la campaña electoral que llevó a Obama a la presidencia, la prestigiosa página rense.com dio una gran cobertura a las declaraciones al «chapero» Larry Sinclair que afirmó haber practicado varias felaciones al hoy presidente USA, así como haber consumido crack junto a él. Sinclair llegó a dar una rueda de prensa (censurada) en el Club de la prensa de Washington, a lo que siguió su inmediata detención en base a un asunto de dinero que no pudo ser comprobado, pues fue puesto en libertad sin cargos, por el propio juez.
Habiendo dejado pasar el citado asunto durante dos largos años por el voto de confianza que di a este nuevo presidente, hoy vuelvo a él tras leer el completísimo y documentadísimo informe del prestigioso periodista Wayne Madsen acerca de las actividades en el mundo gay del propio Obama y su jefe de gabinete, el hijo de un terrorista israelí, Rahm Emanuel, ambos casados y con hijos.
Madsen basa su reportaje en la sauna gay de Chicago «Man’s Country» de la que tanto Obama como Emanuel son miembros, amparados en la confidencialidad del club, pero a cuyos archivos han tenido acceso los servicios secretos norteamericanos. Ambos tienen la tarjeta de identificación propia de la sauna, sin la cual el acceso está completamente prohibido.
Obama comenzó a frecuentar esta sauna en el periodo que siguió desde su paso por la Universidad de Chicago (a principio de los noventa) hasta su elección como senador por Illinois en 1996 (un dato que nos lleva a pensar si su inclusión en el movimiento gay fue clave en su ascenso político). Emanuel, por su parte, comenzó a frecuentar la sauna en 1998, cuando abandonó la administración Clinton y volvió a su Chicago natal para trabajar en la firma Waserstein Peralta. El Club, al parecer, viene a ser un supermercado gay: con strippers, habitaciones, cuartos oscuros y material pornográfico pero, según las fuentes de Wayne Madsen, la preferencia número uno de Obama es que hombres blancos de mayor edad le practiquen felaciones (intuimos que por algún complejo de raza).
Pero al parecer, Obama tampoco hace ascos a los jovencitos, que suele captar en partidos de baloncesto (donde también conoció a Emanuel). Así conoció al que se convirtiría en tesorero del estado de Illinois, Alexi Giannoulias, uno de sus amantes más conocidos y ahora candidato al senado por el mismo estado, cuya capital es Chicago. Giannoulias fue vicepresidente del banco de su padre, Broadway Bank, entre los años 2002 y 2006, y este banco hacía negocios inmobiliarios con Tony Rezko, ahora en prisión, y que podría haber contribuido a la defensa del ex gobernador de Illinois, Blagojevich, enfrentado a Obama por un asunto inmobiliario en el que también estaba implicado el propio Rezko. Blagojevich fue acusado de corrupción y destituido de su cargo. En unos oscuros movimientos, el secretario del Tesoro, Geitner, a las órdenes de Obama, salvó de la bancarrota al Broadway Bank este año, mientras que en el juicio a Blagojevich, el fiscal Fitzgerald se negó a aportar las 500 horas de conversaciones grabadas y que hubieran aclarado el sentido del litigio… La razón es que en ellas aparecían conversaciones homosexuales que implicaban a Obama y a Emanuel. El juez James Zagel dictaminó la invalidez de esas pruebas. El juicio iba a comenzar el pasado 3 de junio y en él, según ha podido saber Madsen, iban a salir a la luz numerosos escándalos homosexuales entre la clase política de Chicago.
Al parecer, el oponente republicano al escaño de Chicago Mark Kirk, al que ahora opta el «protegido de Obama» , es un ex agente de los servicios secretos de la fuerza naval. Al igual que Gianoulias también es un homosexual no declarado, y se ha divorciado recientemente tras 8 años de matrimonio.
Aaron Shock, que también consiguió un escaño por la misma circunscripción, según las fuentes gays de Chicago que cita Madsen, también es un habitual del club gay, Minibar. Las mismas fuentes confirman que Obama es un aficionado a que le practiquen felaciones hombres mayores de raza blanca pero no le gusta la «reciprocidad».
Madsen ha entrevistado a distintas personas en Chicago que le han comentado que los inicios en el ambiente homosexual de Obama fueron -como muchos otros- en la iglesia, concretamente, en la Iglesia de la Trinidad Unida en Cristo, cuyo pastor, Jeremiah Wright, llevaba un servicio homosexual para hombres negros casados y con niños de nombre «Down Low Club», llamado así porque sus siglas «DLC» coinciden con las del partido demócrata (Democratic Leadership Council) y de esa manera, si sus comunicaciones fueran interceptadas nadie sabría que se estaban refiriendo a esta red homosexual.
Al parecer, el tal Wright fue el pastor de Obama durante 20 años y ha protegido las prácticas homosexuales del hoy presidente de Estados Unidos a través de esa red. La mejor prueba de este asunto es que el director del coro de la iglesia, Donald Young, admitió abiertamente haber tenido relaciones homosexuales con Obama, al igual que otros feligreses como Larry Bland y Nate Spencer. Young y Bland murieron salvajemente asesinados en el 2007 mientras que Spencer, murió de sida recientemente. Estos hechos son la comidilla del ambiente homosexual de Chicago. Al parecer, Obama no estaba tan seguro de que la red «DLC» fuera a permanecer oculta cuando ganó su escaño por Chicago (ver foto de un diario que aireó el tema).
El ex fubolista y baloncestista, Reggie Love, es el entrenador personal de Obama, una estrecha relación que su mujer, Michele, no ve demasiado bien. Al parecer, las fuentes de los servicios secretos de Madsen afirman que Obama llega a casa de Love a las 9 de la mañana y se va a las 9’15, «poco tiempo para realizar un entrenamiento físico y suficiente para recibir una felación» (palabras textuales de Madsen).
Pero la cosa no queda ahí. Cuando en 1996 Obama ganó su escaño por Illinois se comenzó a especular con que mantenía una relación homosexual con el jefe de la mayoría demócrata Bill Frist, de Tennessee, unas acusaciones que se consideraron infundadas en aquel tiempo. Sin embargo, una columna del Washington Post de Al Kamen el 6 de abril del 2006 en la que describía la tarjeta de invitación para una fiesta en Nashville que Bill Frist le había enviado, cobra relevancia a la luz de lo descrito anteriormente. En ella, se requería que «desabroches los pantalones del vaquero y mires dentro para ver lo que allí hay». Al tal Kamen, la invitación le pareció muy «Brokeback Mountain» (en alusión a la película gay que ganó el oscar) y declinó la invitación. La tarjeta, en la que se hacía alusión a «los buenos amigos que harás» llevaba en su anverso una fotografía de un pañuelo rojo saliendo del bolsillo trasero del pantalón, un código homosexual que, por otro lado, utilizó Miguel Bosé en el comienzo de su carrera. First abandonó sorpresivamente su carrera hacia la presidencia cuando el también congresista Larry Craig fue detenido solicitando servicios homosexuales en unos cuartos de baño públicos. Seguramente, imaginó que le sucedería lo mismo.
El jefe de gabinete de Obama, Rahm Emanuel, a pesar de estar casado viaja siempre con un potentado del sector inmobiliario, y es conocido en el ambiente gay de Chicago como un «papaíto», es decir, un homosexual que gusta de mantener relaciones con jóvenes, a los que consigue espectaculares trabajos si se acuestan con él.
Otro de los amantes de Obama es el candidato a gobernador de Alabama, Arthur Davis, una información recopilada por el que es su rival en esa elección, Earl Hilliard. Al parecer, el fiscal Eric Holder viajó hace pocos días a Alabama para comunicarle a Davis que si pierde en esas elecciones será nombrado fiscal general de ese estado.
Sólo por terminar, recordar que las logias que detentan el poder en el planeta son herederas, como no se cansan de recordarnos en la arquitectura, de las civilizaciones griega y romana. Y, como es sabido, la homosexualidad era habitual en esas civilizaciones, dirimiéndose muchos asuntos políticos en las saunas… Realmente, nada nuevo bajo el sol. Como vengo diciendo, es el movimiento gay quien en realidad gobierna en el Planeta.
PD: Portada de una revista inglesa en la que se afirma lo que es un secreto a voces. El príncipe Carlos es marica. Hablan tres de sus amantes.