Más abajo, la información y la foto que me ha llegado. Parece que el astro que nos da vida conspira también a nuestro favor. Muchas personas hemos sentido nerviosismo durante estos días, probablemente consecuencia de las emanaciones de luz que nos anuncian el petardazo esperado para el 2012 y que yo empiezo a presentir en los términos que habló Sixto Paz hace ya años: el encuentro de las dos realidades que se crearon cuando la Tierra fue destruida en una realidad paralela. En otras palabras, que nos vamos a encontrar con el «negativo» de nuestra fotografía que está viviendo en otra realidad paralela y ambas se van a juntar (por eso a veces parece que recibimos mensajes de nosotros mismos en el futuro, ambas están cada vez más próximas).
Antes de ver la imagen, os cuento una conversación que tuve ayer con un malabarista-astrólogo que acaba de venir de una larga estancia trabajando en un Parque temático en Japón y por cuya insistencia me parecía un «pesado» (prefiero conocer a la gente en el Oeste Celeste antes de quedar a tomar café con desconocidos que me quieren largar todo lo que saben). Al final, el encuentro tenía un porqué: creatividad a tope, me recomendó unos libros ¡guapísimos!. El caso es que nos encontramos a la salida del espectáculo de mi maestro de claqué, Andres Herrera (El club Escarlata, muy recomendable) y nos fumamos un porrito a las afueras del Retiro. Comenzamos a hablar de astrología y del mundo del amor y, como suele ocurrir cuando me encuentro con gente interesante que COMPARTE la conversación y no trata de demostrarte lo mucho que sabe, se produce una espiral en la que van saliendo más y más ideas «bajadas de arriba».
Se me ocurrió que el Amor de las almas gemelas es aquel en el que la luz de uno ilumina la oscuridad del otro con la llama perfecta (ni demasiado ni demasiado poco, en eso consiste el Amor electromagnético) y viceversa, lo cual podría ser explicado, también, en términos electromagnéticos, generándose, precisamente, una espiral en la que luz y oscuridad se complementan creando geometría en términos de la proporción áurea, en el sentido de Dan Winter y que, traducido al lenguaje de Masaru Emoto, hace que «tus moléculas se pongan a hacer cristales fractálicos». En otras palabras, que te sientes más guapo/a cuando estás sinceramente enamorado porque, realmente, estás más guapo por dentro; la Armonía generado en ese Tao que habéis formado hace que la percepción se expanda (dos auras ven más que una, ya lo decía Sam Cooke) y que en tu interior se genere Belleza.
El asunto (y estoy anticipando mucho mi charla del Congreso del Amor) es que para que ambos, hombre y mujer soporten (y digo bien, soporten) esa inusitada producción de Energía Libre generada con la consecución del Tao hace falta… (Esto lo cuento en el Congreso, que si no, no vais, Jajajajaja! Recordádmelo si se me olvida, ¿vale?).
PD: Para daros una pista, todo tiene que ver con el «voltaje» del corazón tanto del polo positivo como del polo negativo.
PD 2: El significado último del símbolo del Tao es, exactamente, lo que acabo de describir: las almas gemelas.
El Día de San Valentín el Sol dejó uno de las explosiones más poderosas, un destello
de clase X. El estallido fue el mayor con diferencia en el nuevo ciclo solar.
Salió de una región active llamada AR1158 en el hemisferio sur solar, y provocó el
destello que se captura aquí en esta imagen de ultravioleta extremo realizada por el
Solar Dynamics Observatory (SDO). El intenso estallido de radiación
electromagnética saturó momentáneamente los pixeles de los detectores del SDO
causando esa imperfección brillante vertical. A este destello de clase X le
acompañó una eyección de masa coronal (CME), una nube masiva de partículas cargadas
que salen hacia afuera del Sol a una velocidad cercana a los 900 kilómetros por
segundo. Los observadores situados en latitudes altas deberían estar al tanto de
auroras esta misma noche.
