Está sucediendo. Sí. Por fin. Aún en el probable caso de que los gobiernos que coloquen después de las revoluciones sean de la misma cuerda sionista.
Están sucediendo cosas absolutamente mágicas en estas revoluciones invernales en los países árabes y musulmanes.
El ejército se niega a disparar sobre el pueblo. No en todos los lugares, obviamente, pero esto ya se ha repetido en Túnez, Egipto y ahora, en Libia, donde, tras las trifulcas de ayer con el resultado de un centenar de muertos, dos coroneles han decidido escapar en sus respectivos aviones antes de disparar contra su pueblo, y pedir asilo en Malta.
Que aprenda el ejército (y la policía) españolas. Que aprendan los ejércitos y las policías de todo el mundo.
ESTÁN AL SERVICIO DEL PUEBLO Y NO DE LOS LADRONES PSICÓPATAS QUE NOS GOBIERNAN.
Antes de cualquier imperativo de la cadena de mando, está el imperativo de la conciencia. La única que te va a acompañar… incluso después de la muerte.
No sé cuándo se materilizará todo esto en unos gobiernos dignos de ser llamados como tales, pero los signos de los tiempos son acorde con las profecías largamente esperadas. Un suceso que sólo ocurre cada 26.000 años…
¡Darle fuerza para que siga! Bahrein, Yemen, Argelia, Jordania, Italia, Djibouti… ¿Cuál será el próximo?
La Humanidad ha decidido decir «basta» a la opresión.
Pues siguiendo la línea del Mediterráneo, el punto de máxima vibración ahora mismo en el Planeta, deberá pasar por Italia y finalmente llegará a la península ibérica. Así pues, nuestra policía y nuestros militares deberán plantearse (deberían ir planteándoselo ya) si dispararán contra el pueblo, contra Su pueblo, cuando esas revueltas comiencen.
¿Qué podemos hacer?
Comenzad a hablar con vuestros amigos o familiares que sean policías o militares y decidles lo que todos ya sabéis. Que ellos son NUESTRA policía, la policía del pueblo, y no la de Rockefeller. No sólo es que han salido del mismo extracto social sino que, encima, LES PAGAMOS NOSOTROS.!