El momento que estamos viviendo es tan grave que me da una pena tremenda siquiera ponerme a ver las noticias.
Pero es necesario ver la realidad.
Hace ahora ya tres años que el ex director de la revista Forbes en Japón, Benjamin Fulford, con conexiones con la élite japonesa, anunció que el gobierno de Rockefeller en Estados Unidos iba a crear un terremoto para impedir que el país nipón se independizara, de hecho, de ese país.
Si recordais, la esposa del primer ministro anunció que era una contactada. Lo que no supongo que no sabéis es que hace semanas se puso en el mercado el primer coche con motor de agua japonés.
Son todas ellas razones suficientes para sospechar. Y la sospecha se extiende cuando se encuentran rastros de que las instalaciones de HAARP (las instalaciones de antenas como armas de ondas) han estado en funcionamiento en estos días. Lo cual nos coloca en la guerra climatológica como explicación de este apocalipsis.
Ojo, los terremotos parece que pueden ser creados artificialmente a partir de una explosión solar, como ha sido el caso en este día trágico (que coincidió con el Congreso del Amor Hombre y Mujer).
Ved este post con informaciones de John Doe, el que parece mejor informado actualmente.
Sorcha Faal afirma que los consecutivos terremotos de Chile, Nueva Zelanda y Japón han llevado a una quiebra en la placa del Pacífico entre las de Juan de Fuca y la norteamericana llamada «Cascadia Subduction Zone» que va a provocar terremotos y tsunamis en las costas oestes de Canadá, Estados Unidos y Alaska.
Por si todo esto fuera poco, el Planeta se apresta para una gran subida de los precios de los alimentos debido a las malas cosechas en prácticamente todas las regiones del mismo.
Por fin, los periódicos se atreven a titular con la palabra adecuada: estamos viviendo el Apocalipsis. Ni más ni menos.
Sólo falta que bajen los extraterrestres. ¿O era dentro de un año?
