General, Política actual — 15 junio, 2011 at 10:47 am

Tensión, debate inteligente y profundo en la presentación del libro de Lorenzo Abadía «Mando a distancia»

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La derecha  (ved artículo de diario El Mundo) y la izquierda que no quiere la unión de la ciudadanía (artículo aparecido en Kaos en la Red que no he conseguido encontrar), se unieron en su visión en contra de la presentación del libro de Lorenzo Abadía en el Ateneo de Madrid, en el que tuve el placer de intervenir, junto a Olmo Gálvez (Democracia Real ya), el cibergurú Enrique Dans, Miguel Prados (Democracia Participativa), el escritor Javier Esteban y Ramón del Movimiento República constituyente.

Instaladas en el antiguo paradigma derecha/izquierda, las personas que se niegan a debatir con quien no piensa igual que ellos pierden sus máscaras y demuestran pertenecer… al siglo pasado.

Durante la presentación del libro «Mando a distancia», Lorenzo Abadía demostró tener una estatura política que para sí quisieran el 95% de los políticos del congreso. Tuvo que lidiar con la vieja escuela socialista instalada en paradigmas caducos de confrontación y demostró que las tesis de Antonio García Trevijano para lograr la llegada de la República son, a día de hoy, las únicas que engloban a TODOS. La propuesta del Movimiento que encabeza de convocar un referéndum revocatorio de la Constitución actual y abrir, de ser un éxito, un proceso constituyente es la única vía hasta el momento para salir de esta situación de completo Kaos (ni Ley, ni Justicia) en la que vivimos.

Por supuesto, en la mesa y el posterior encendido debate se vieron las distintas visiones (y grados de información) con los que cuenta cada una de las personas.

En mi turno, tildé cariñosamente de «ingenuos» a «Democracia Real Ya» e insté a investigar quién tiene el Poder real de decisión («no está ni en Madrid ni en Bruselas»), a hablar con claridad del Nuevo Orden Mundial y a abolir los secretos de Estado (cité expresamente el 11-M, el envenenamiento de la colza y, creo, el crimen de Alcasser, y el motor de agua), aludiendo al Club Bilderberg (ahora popular) y la paliza al eurodiputado italiano no contada por los medios, a nuestra victoria al anticipar la crisis prefabricada y la mentira de la Gripe A.

Aunque recibí alguna invectiva entre el público aludiendo al tema extraterrestre y escuché la palabra «conspiranoia», me mantuve en todo momento relajado y mi postura fue apoyada por muchos de los participantes en el debate, lo que demuestra que nuestra información ya ha llegado a una buena parte de la población.

Después de repartir algunos periódicos Jaque Mate que me llevé (incluido a Enrique Dans), departí con buena sintonía con Miguel (Democracia participativa) y con Olmo (Democracia Real ya) quien me invitó a acudir a alguna asamblea y compartir la información que conozco. Aunque el puente está hecho, sabiendo, como me dijo, que todavía no están preparados para oír hablar del Nuevo Orden Mundial («no hay que meter miedo»), le respondí que más abajo de ese nivel no podía bajar porque me aburro y dejé abierta la puerta a que dentro de unos meses pueda aparecer por allí cuando el nivel del debate sea un poco más profundo.

Le noté muy bien informado y, sobre todo, con un corazón puro, por lo que los rumores de infiltración (al menos en lo que a este chico respecta) han de ser acallados.

Sencillamente, siento que las cosas llevan su ritmo y que van por el buen camino, Democracia Real ya está haciendo una labor pedagógica que lleva el ritmo que ellos consideran el mejor y hay que respetarlo. Por primera vez en mi vida no tengo prisa y sé que cada cual está en el lugar que le corresponde para alcanzar el sueño de Libertad y Justicia que tantos queremos. En un momento u otro, nos encontraremos… todos los que se quieran unir. (Los que sigan pensando que «solo ellos son los buenos» quedarán arrinconados por la Historia, mis queridos obtusos anarquistas).

En lo que a mí respecta, estoy abierto a debatir abiertamente con quien sea (incluidos con kaos en la Red). Eso sí, sin censura previa. Si no la admití con mis amigos de la Nueva Era, tampoco la voy a aceptar con ningún otro.

Hacia la Verdad, sin miedo. Si hay que desdecirse y pedir perdón: sin ego, se pide.

Si me he equivocado con el movimiento gay, el holocausto y el feminismo, que alguien debata conmigo en directo, por Internet, y si me demuestra que estoy equivocado, ese mismo día verá una rectificación en mi página.

Eso sí, que haya debate. Que no tengamos miedo a debatir con quien no piense como nosotros.

De momento, la gente de Trevijano es la que más altura de miras ha demostrado.

La izquierda quiere imponer «su República» sin debatir con quienes no piensan como ellos… ¡y así les va, consiguiendo que gane el PP!