Si lo analizas con real objetividad, todo este embrollo es de película de ciencia ficción, una locura del final de los tiempos: el absurdo convertido en Ley. Una entidad que se autoproclama representante de «los artistas» se dedica a cobrar un impuesto privado a todo aquel que escucha música en un lugar público. ¿Me puede alguien explicar quién cojones determina quién es un artista? ¿Me puede alguien explicar quién tiene autoridad para decir que el Arte (y la música en particular) es de su propiedad cuando hoy día casi todo el mundo produce Arte? ¿Cómo coño hemos consentido que unas personas se apropiaran del Arte y la cultura? ¿Será porque hemos adorado a ídolos de barro? (Eunucos, al servicio de nuestros captores, con nombres como Alejandro Sanz, Calamaro, Víctor Manuel, Sabina, etc).
Un detalle que me ha sorprendido mucho (aparte de la ex mujer de Teddy Bautista, que vive en la calle), el propio magnate de la SGAE comenzó todo este negocio después de haber encarnado a «Judas» en Jesucristo Superstar! (También interpretó el tema «Anda suelto Satanás», de Luis Eduardo Aute).
