Atención a las revelaciones de la siempre polémica -y ya mítica- informadora.
Lo primero que cuenta es que el gobierno de Noruega, por boca de su primer ministro, Stoltenberg, había pedido ayuda al de Rusia dos días antes de la masacre, previendo que algo muy grave iba a suceder en el país. La preocupación provenía de una investigación realizada en el mes de marzo sobre altos mandos del ejército noruego que mostraron vínculos con los servicios secretos británicos y que se encaminaban a lanzar una operación de «bandera falsa» al estilo del atentado de Oklahoma, atribuido a Timothy McVeigh y la extrema derecha, en Estados Unidos, 1995, y que sirvió de pretexto para derogar libertades civiles con la excusa del terrorismo de índole interno. Las cuatro características que repiten este esquema son:
1-Una furgoneta cargada con explosivos hechos a base de fertilizantes que entran en el área de unas dependencias gubernamentales ¡sin que nadie se lo impida!
2-La policía se retrasa en acudir al lugar del atentado, posibilitando que la masacre sea más cruenta, sin que nadie explique el porqué.
3-Se le atribuye a una sola persona la autoría del atentado, a pesar de que los testigos afirman que hubo más implicados.
4-Al único acusado se le impide hablar para el público, de manera que sus declaraciones puedan ser manipuladas con el fin que los propios implicados deseen.
La manipulación de considerarlo «cristiano fundamentalista» se sostiene sobre unos datos prefabricados puesto que, según estas fuentes, el dato en el perfil de Facebook de «cristiano conservador» no aparecía en la versión del día 22 de julio a las 23:50 horas y sí después de ser borrado de Facebook, cuando ya había ocurrido el atentado y, por tanto, Breivik no había tenido oportunidad de modificarlo.
Lo realmente interesante va a ser conocer el contenido del manifiesto «2083: Declaración de independencia de Europa» en el que Breivik resume su ideología. De momento conocemos que es hijo de una prominente familia noruega («Un hijo de papá»), puesto que su padre era un destacado economista de la embajada noruega en Londres, que se ve a sí mismo como un caballero templario y que habría sido reclutado para los servicios secretos británicos en el año 2002, en una reunión en la que habrían participado 8 personas.
Sorcha Faal apunta que el que Breivik se autodenomine «templario» puede ser una operación para cargar contra este orden que, como hemos contado en repetidas ocasiones, estaría al mando de las operaciones para instaurar un nuevo sistema monetario.
El motivo del atentado, según fuentes rusas, habría sido acabar con la prosperidad noruega que al no estar en la UE no tiene problemas monetarios y cuya riqueza se cifra en 1,5 billones de dólares. Un caso muy parecido al de Libia, atacada, también, por la OTAN.
Prison Planet amplía esta información desde Londres, al revelar que en la reunión a la que acudió Breivik había financieros y políticos de alto nivel, y que el que le reclutó era un «cruzado serbio». Breivik había sido controlado por la policía noruega después de que se hiciera con una partida de fertilizantes polacos que se podían utilizar como explosivo. Se cree que en el atentado participaron al menos tres células terroristas, pues hubo otro pistolero en la isla y un tercer grupo que preparó la bomba en el parlamento.
PD: Aunque no está en la UE, Noruega sí está en la OTAN, por lo que los militares implicados, conectados con el MI6 británico podrían perfectamente pertenecer a la Red Gladio.