Opinión y Noticias Externas — 21 agosto, 2011 at 9:00 am

La envidia en el ambiente conspiranoico: el pecado más innombrable

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Envidia: Tristeza o pesar del Bien ajeno. El diccionario siempre te da sorpresas: yo pensaba que la envidia es desear lo que otro tiene, pero esta definición aporta muchas cosas…

Mientras leéis los diferentes blogs de información alternativa, muchas cosas están pasando en los últimos meses. Muchos correos electrónicos que se cruzan y llamadas de teléfono que tienen un destino común: destruir la reputación de Rafael López Guerrero.

Al principio, fue su ex pareja Milá Cahúe quien, sorpresivamente, comenzó esta suerte de conspiración (lo que nos llevó a muchos a sospechar que fuera una infiltrada) pero encontró una todavía más sorpresiva aliada en la investigadora Marysol González Sterling, que tomó como la causa que da sentido a su vida hacer que todos los amigos de Rafa, le volviéramos la espalda. «¿Por qué esa obsesión por Rafa, Marysol», le preguntaba una y otra vez, intentando que entrara en razón.

Desde enero de este año habré recibido no menos de una treintena de correos de Marysol intentando que yo reniegue de Rafa, al igual que decenas de personas del entorno; mucho tiempo gastado en destruir a otra persona. Tras intentar entenderla y lidiar con su obsesión, hace ya tiempo que tuve que reconocer que la causa de que una persona «supuestamente en la luz» dedique la mayor parte de su tiempo a destruir a otro guerrero sólo puede ser una.

Envidia.

Una vez que reconocí que mi amiga padecía de ese síndrome que la posee por completo, recordé cómo maldecía a José Argüelles por no haber reconocido su trabajo a lo largo de los años junto a él. Ahora que veía, por fin, el momento de aparecer como una figura pública, aparece el tal Rafa López Guerrero y le «roba su sitio».

El envidioso siempre piensa que hay otro que está ocupando su lugar.

No hay duda: si queréis saber quién es el bueno en una discusión que no acabáis de entender, reparad en los ataques que uno de los implicados realiza sobre el otro y ved si el otro, responde. El que más ataca es siempre el envidioso, porque sin el envidiado, no es nadie. Cual vampiro, obtiene energía del otro.

Saco todo esto a la luz porque en los últimos días he recibido un correo electrónico anónimo que hacía alusión a un artículo del notable investigador Tavo Jiménez Armas atacando nuevamente a López Guerrero. Otro más de los traidores, que se acercaron a su vera cual vampiros a través del Starviewer Team y ahora intentan destruirle.

El tal Tavo, que ha publicado por lo menos un libro bastante notable (Sumario a Lucifer) es, sin embargo, una persona de muy baja dignidad. Tras haberme dirigido en los últimos años bastantes insultos, ha intentado, mediante un correo anónimo, que yo cayera en la trampa de su conspiración y renegara de mi amigo Rafa. Por más que aparentemente luche contra los Iluminati, el citado Jiménez Armas se comporta igual que ellos. Es decir, es un Iluminati.

Al igual que Marysol González Sterling, Jiménez Armas se «siente triste por el Bien ajeno» y anhela la relevancia social que su envidiado tiene. Por eso, por envidia, trata de destruirlo, pensando que si lo destruye, él heredará ese trono. Por eso, ahora se dedica a atacar las jornadas de Hellín, haciendo exactamente el mismo trabajo que el blog Iluminati Magonia, con el Congreso de Salud de Barcelona. (Ha llegado a entrevistarse con el alcalde para tratar de que las suspendieran: ¡imaginaos el talante de este hombre! y me cuentan que está llevando una estajanovista labor para destruir ese congreso. ¿Será sólo la envidia o habrá dinero de por medio?).

En otras palabras, que aunque escriba sobre los iluminati y Lucifer, Tavo Jiménez Armas es un Iluminati, pues está haciendo un esforzado trabajo de destrucción de los que luchamos por exponer la Verdad y, de hecho, de acuerdo a lo que últimamente he hablado con diferentes exorcistas es muy probable que esté poseído por una entidad maléfica. Su descomunal obsesión por destruir a Rafa sólo es posible por esta maligna influencia (o el dinero, claro). La envidia es tan fuerte que el Ser Puro que anida en Tavo y en Marysol desaparece y, en su lugar, una entidad maléfica que sólo piensa en destruir, se apodera de los mandos de su «Avatar». En realidad, pues, ni Tavo ni Marysol manejan su cuerpo físico cuando la obsesión se apodera de ellos, sino «El otro»; es decir, El Maligno, el que se entristece con el éxito ajeno. El engaño proviene en que, al mismo tiempo, ambas personas manejan información muy válida, lo que permite atraer a algunos incautos. Recordad que el mayor poder del Maléfico no es a través de la mentira ¡sino con la información mezclada: verdad+mentira!

Como os digo, con la titánica tarea que tenemos encomendada (nada menos que desmontar la labor de Lucifer durante 13.000 años) no dedico ni un minuto de mi tiempo a responder los centenares de ataques que recibo por Internet. Los considero gajes del oficio y casi que me río con ellos.

A veces, incluso, los miro con un poco de paternalismo, como en el caso del investigador ligado a la página porno, putalocura, Luis Carlos Campos, que lleva cosa de dos años repitiendo la misma monserga sobre un servidor.

La verdad es que, pese a su obsesión por mí, siento simpatía por él y por eso -harto de ser el único conferenciante sobre la conspiración  en España hace ya tres años- recomendé a Miguel Celades que le invitara a un Congreso que hubo en Barcelona, donde hizo su aparición estelar.

Lo que ocurrió es que la noche posterior al evento llegó al apartamento donde estábamos alojados otros ponentes a las dos de la madrugada, entre cervezas y marihuana, y eran tales las risas y lo metidos que estábamos en la conversación, que no le hice el caso que él esperaba. De resultas de ello, su Ego quedó tan herido que se inventó una delirante historia de que yo envié a no sé quien a comprar whisky, cuando todo aquel que me conoce sabe que no pruebo ni ese alcohol, ni otra cosa que no sea el vino y la cerveza (algún orujito a las hierbas, si acaso, pero el de Madrid, no el de Galicia, que es puro aguardiente, ¡ah, y la caipirinha!).

El hecho de que la haya repetido como cinco veces en su página (además de otros ataques) es prueba de la obsesión que Luis Carlos tiene por mí y que no responde a otra razón que, como Jiménez Armas y Marysol González Sterling con López Guerrero, anhela la relevancia que ahora mismo ostento y, como no tiene otra manera, intenta conseguirla destruyéndome. Una mezcla de Amor y Odio, dos sentimientos mucho más cercanos el uno del otro, de lo que la gente piensa. Luis Carlos Campos me ama y no sabe cómo expresarlo: aquel (o aquella) que más te alaba puede convertirse en tu peor enemigo si se le «cruzan los cables» (es decir, si conecta tu persona con un problema mal resuelto de su niñez y proyecte su carencia sobre ti).

Sinceramente, llega un momento en que no basta con tener buena información, como es el caso, como digo, de estos tres notables investigadores.

Por mucho que te dediques a divulgar una información suprimida, si tu comportamiento personal es el mismo que aquellos a los que dices combatir, entonces «eres uno de ellos», no «uno de los nuestros».

La nobleza en el actuar es la primera característica de un guerrero de la luz. Yo, como cualquier otro, podré opinar esto o aquello de otro investigador, incluido López Guerrero y cualquier otro, pero a aquellas personas que están dando la cara para exponer esta crucial información sólo podré alabarlos (incluidas las tres personas citadas). La elegancia y el respeto de un guerrero por el otro es la primera característica de las relaciones entre Caballeros Jedi.

Todo ello se resume en una palabra. Impecabilidad. Honestidad y transparencia al 100%. Conspiraciones 0. Estamos ante el momento más importante de la Humanidad en toda su Historia: cualquiera que se dedique a impulsar luchas intestinas, con la labor que tenemos encomendada, está trabajando en contra de la liberación de la humanidad.

Cualquiera que se dedique a expandir información denigratoria de otros investigadores está haciendo real la máxima «divide y vencerás», propia del Maligno.

Por lo tanto, trabaja para él. Investigue lo que investigue.

Espero que estas escuetas líneas os permitan diferenciar el trigo de la paja y combatir a los infiltrados que desean destruir este naciente movimiento… ¡Desde dentro! ¡Son los más peligrosos!

¡No basta con exponer buena información, hace falta un comportamiento IMPECABLE!

PD: De paso, todo esto os puede servir para vuestra propia vida. Cuanto más alto lleguéis en vuestro desarrollo personal (como en el caso de López Guerrero) mayor trabajo se dará el Maligno para destruir vuestra autoconfianza.