Documentándome para mi nuevo libro, he vuelto a ver el vídeo de la gala de los premios Emmy de 2003 en la que Madonna se casa con sus hijas putativas, Britney Spears y Christina Aguilera.
Repasándolo, me he fijado mejor en las niñas que lanzan flores previamente a la boda (porque es una boda), en los colores de las novias y en el traje de la tribu de los levitas que viste la maga negra-esposo en la ceremonia, Madonna. Bien podría decirse que el banquero levítico (Madonna) compra a las vírgenes (Britney y Christina) para el juego homosexual…. del Monte Sagrado (Holly-wood).
Podéis ver la huella de esta ceremonia-compra del alma, en el ajedrezado del suelo y la pirámide escalonada, en la letra de las canciones («como una virgen» y «el olor de Hollywood»), en fin, está todo tan claro…
Sin duda, una buena forma de lanzar el matrimonio homosexual de forma subliminal.