Aunque en el pasado congreso de Torrejón «Conciencia activa», el nivel también fue muy alto, en este sobre Salud en Barcelona, se superó todo lo que hasta ahora había vivido.
El nivel de las intervenciones del público y la convergencia con lo que los ponentes iban contando fue tan grande que la sensación generalizada que comentábamos al finalizar el Congreso es que había habido una armonía prácticamente perfecta. Después de las dificultades que tuvimos que sobrellevar a lo largo del proceso de gestación (incluida una baja de última hora, justo la mañana del Congreso), el Universo se encargó de solucionarlo… a mejor. La persona que iba a hablar sobre las drogas psiquiátricas se disculpó a pocas horas del Congreso, pero justamente había quedado en Neus-Divina Locura ese mismo sábado, con lo que, al final, habló de las drogas psiquiátricas una persona… que las ha vivido. En la sala se produjo la inusual situación en la que el personal sanitario (médicos, enfermeras, personal, incluso de psiquiátricos) que vinieron al congreso escucharon lo que decía una paciente y participaron con sus testimonios directos. La gente lo agradeció. Todos los reunidos estaban allí para buscar soluciones.
Después de una breve intervención por mi parte, abrió el Congreso Miguel Jara, que realizó un repaso a la connivencia, presiones y sobornos de la industria farmacéutica y una parte del estamento médico. De película (en primera persona). Contamos con Alfredo Embid, realizando un paralelismo entre la mentira del sida y la del 11-S (que unió indefectiblemente este tema con la mentira del Poder). El alemán Andreas Kalcker maravilló a la gente con la explicación de la enfermedad desde el punto de vista de la Física y de la Electricidad, introduciendo las maravilla del MMS y acabando con la explicación del Poder de los Rockefeller y los Rotschild.
Por el camino, dos ponencias sobre las enfermedades que están causando los tóxicos ante los que nuestro sistema nervioso reacciona y el papel que las demandas judiciales ante los daños causados por los medicamentos pueden causar.
Todo ello, regado con debates interesantísimos e intervenciones de pacientes y profesionales del sector, así como vídeos alusivos a estos temas.
Para finalizar, el anuncio de que un catalán ha desarrollado un protocolo a partir del método diagnóstico de Hamer, para curar… ¡a través de los sentimientos! (Yendo al trauma que generó el conflicto físico).
La sensación generalizada era que, una vez que nos hemos enterado de toda la mentira (ponencias de la mañana) ahora llega el momento de enterarnos de la Verdad, es decir, de las soluciones.
Como siempre, Barcelona, punta de lanza (ayer mismo estaba José Luis Parise por aquí).