Sin duda, ha sido el tema central de las conversaciones en este casi un mes por el cono sur. En cada casa a la que iba (particularmente, en Capilla del Monte) se desencadenaba la plática acerca de la veracidad de sus informaciones y la inaudita capacidad para reunir información del joven argentino. Hijo de padre desconocido, cara angelical, responde al prototipo de «reencarnación del Cristo» que muchos andan esperando y, por ello, sobre todo mujeres, se han lanzado a adorarlo como un profeta.
Justo lo contrario de lo que prometió en su conferencia de Madrid. Palabras textuales: «solo soy un bibliotecario de los registros akásicos, no un profeta ni un gurú».
Uno,como todos, quedó por un tiempo prendado de sus informaciones y todavía, cuando vuelvo a ver alguno de sus vídeos, vuelvo a elogiarlos. Pero el fenómeno De Estéfano empieza a generarme muchas dudas.
La primera concierne a ese evento en Capilla del Monte que reunió a más de 7.000 personas y en el que Matías, contradiciéndose a sí mismo, se presenta como sacerdote.
Dentro de sus prédicas, cargadas de «buen rollito», encontramos todos los ingredientes para seducir a la audiencia New Age, con una visión de la historia cargada de «Positivismo» (todos los malos han hecho su función) que desemboca, en una meditación, en la que propone «incorporar a la oscuridad dentro de cada uno de nosotros» (minuto 36 de este vídeo) supuestamente, para «llevarlos a la luz».
Por favor, si alguien conoce el caso de un sólo corrupto en el Planeta que haya ido él soliendo al juzgado a confesar sus fechorías sin que la Justicia lo haya perseguido (es decir, por un acto de iluminación) que me lo cuente. ¿Os imagináis a Urdangarín en España yendo al juzgado por propia iniciativa a confesar que ha robado millones de las arcas públicas?
Por supuesto, Matías se gana fácilmente al público femenino (Charla Gran Mujer) al volver al sempiterno «lugar común» que tan buenos resultados de audiencia revierte. Éxito seguro.
En el minuto 45, del siguiente vídeo, su visión autocomplaciente también exculpa a los Iluminati del Mal generado. Lo cual se une a lo dicho en otro vídeo que es quizás la más flagrante falacia (y peligrosa) de su discurso: «desde el Mal se evoluciona más rápidamente que desde el Bien». Ello deja, evidentemente, la puerta abierta para que uno se dedique a mentir, robar, engañar y manipular sabiendo que va a tener una progresión más rápida que haciendo el Bien. Creo que Rockefeller y Rothschild ya están pensando cómo darle un programa de TV y lanzarle al estrellato.
En el minuto 47, se contradice flagrantemente al decir algo así como «el hablar de las conspiraciones genera un miedo que no hace más que alimentar más a estos grupos» : pero entonces, Matías, ¿EN QUÉ QUEDAMOS? ¿SON BUENOS O SON MALOS? Lo peor de todo es que, de esa manera, desalienta a la gente a que busque la Verdad ¡y la propague!.
En definitiva, Matías De Stéfano no es más que el último gurú New Age que vende la evolución individual ¡Y la Planetaria! sin jugársela, sin exponerse, sin tener que arriesgar, sentados cómodamente con una vela y un poquito de incienso bajo la máxima de que «no hay que hacer nada» y mucho menos, indignarse. Lo cual, evidentemente, es algo que muchas y muchos están dispuestos a comprar. ¡¿O NO?
A diferencia de lo que se maneja en la escuela de su compatriota Parise (y como alguien que de verdad ha vivido, sabe) en la vida hay que «morir» y convertirnos en un héroe de nuestra propia vida, defendiendo la VERDAD de su interior… y la del exterior. Justo lo contrario a esta sempiterna pasividad New Age que tan bien viene a los esclavizadores de la humanidad.
Una vez que uno empieza a cuestionarse a este meteórico mito, recuerda que Matías postula sustituir la relación entre padres e hijos por la comunitaria sin lazos de sangre y entiende que el no haber conocido a su padre es, de seguro, el origen de este pensamiento: está convirtiendo sus propias carencias en prédica religiosa. Y ahí es cuando uno se da cuenta de que Matías (con su gran verbo y enorme conocimiento) no tiene experiencia de la Vida. De esta Vida. ¡Y se dedica a dar consejos sobre cómo arreglar el Mundo!
Patricia, la mística de Capilla del Monte, me comentó en repetidas ocasiones el enojo que a las Jerarquías Espirituales le causaba que Matías comerciara con su práctica espiritual, puesto que la entrada al evento costaba un «pastón» en estos lares.
Creo sinceramente que más de uno tiene que reflexionar si no hemos elevado demasiado deprisa a los altares a alguien que no se lo ha ganado.
Adular los oídos con aquello que todo el mundo quiere escuchar es tremendamente sencillo. Un verdadero Profeta dice cosas que molestan y remueven, no las que adormecen y generan autocomplaciencia.