Nueva portentosa obra de Chris Everard, el hombre que será recordado por haber abierto los ojos a la Humanidad a los crímenes de la Hermandad Iluminati.
En esta cuarta entrega, disecciona los textos cabalísticos con los que los satánicos conectan con sus ídolos y nos regala unas inéditas imágenes (minuto 40) en las que se ve cómo los soldados USA entran en el Museo de Bagdad y se llevan figuritas de demonios encapsulados, a la manera de la lámpara de Aladino.
Si se le puede poner un pero a esta magna obra es que no diferencia bien entre la invocación a ángeles y arcángeles y las que los satánicos realizan a demonios, por lo que a veces da a entender que cátaros y otras sectas perseguidas eran adoradores de Lucifer. Como en el caso de David Icke, Everard parece ignorar que también ha habido gente que ha adorado al verdadero Dios.
Por lo demás, nuevamente, portentoso Everard.
