El siguiente vídeo sobre la profundidad del mar os va a encantar. Y, ya de paso, os cuento una sobre la profundidad del inconsciente/consciente.
Resulta que el martes me fui a la FNAC a mirar las últimas novedades editoriales y, como me pilla de paso, entré en las rebajas de Zara para ver si veía un abrigo que me gustara.
Encontré uno bonito y, para no entrar en los probadores, me quité el mío y decidí probármelo allí mismo (en medio de la tienda). En ese momento, me entró la ¿duda? ¿certeza? de donde dejar el mío mientras me probaba el nuevo, pues, como siempre en las rebajas, había mucha confusión de prendas encima de los correspondientes tenderetes.
-Ya verás, como lo coloco por aquí y alguien se lo lleva, pensando que se vende, pensé.
Bueno, pues me probé el abrigo, me acerqué al espejo para mirarme cómo me quedaba y cuando vuelvo (apenas tres metros) a donde había dejado el mío, ya no estaba.
¡Joder! Lo primero que pensé es que se había cumplido mi premonición, pero miré a ver si alguien tenía mi abrigo y no lo veía. Pregunté a la dependienta si alguna compañera se había llevado mi abrigo y no lo veía.
Momentos de tensión. ¡Joder con mi pensamiento! ¿Lo habré creado o me habré adelantado a lo que iba a pasar?
De pronto, un tipo que andaba hablando por teléfono mientras yo miraba el abrigo, se da la vuelta y le dice ¡a la persona con quien hablaba! (mientras me daba el abrigo):
-Joder, colegaaaa, ¡no veas lo que me ha pasado! ¡He cogido un abrigo que no es mío!!
Echo la memoria atrás y me doy cuenta de que, en realidad, la idea de que se llevara mi abrigo se la había enviado yo, puesto que el tipo, hablando por el teléfono mientras mira la ropa, era inconsciente de lo que estaba haciendo.
¡Había sido el Poder de mi pensamiento!
Ojito con lo que pensáis: que se cumple.
PD: Anoche tuve un sueño. Soñé que un alcalde portugués le decía a su mujer y a su chófer que le iban a matar (puede que esté influido por las cosas que leo). Luego me volví a dormir y tuve un sueño fantástico.
