Una de las grandes mentiras en las que vive España es la prepotencia de su deporte: la razón es que es uno de los anestesiantes para mantener al pueblo dormido.
En las últimas semanas, los medios de comunicación franceses han comenzado a denunciar lo que vengo diciendo hace años: que el deporte español triunfa porque el dóping está protegido por el propio Estado. Hace dos días, por fin, el diario El País publicaba un artículo que hacía Justicia a la Verdad.
Pero todavía falta lo mejor: explicar cómo un país en bancarrota puede tener la liga de fútbol más rica del Planeta. Y, por ejemplo, cómo un banco tan poco fiable como el BBVA tiene dinero para patrocinarla.
Bueno, pues ahora llega el Estado a reclamar los 1.000 millones de euros que los clubes le deben. De momento, esta información afirma que el Mallorca, Spórting de Gijón, Rácing de Santander y Zaragoza están en quiebra. El Gobierno del PP quiere poner orden.
Los hinchas de fútbol se van a tener que poner en la tesitura de elegir entre su puesto de trabajo… ¡y su equipo!