Uno de los grandes descubrimientos informativos de estas últimas semanas ha sido la sección televisiva de Lyndon Larouche, gracias a mi hermano Carlos Angulo en Valencia.
Aunque muchos le conoceréis de estos años, el ideólogo demócrata norteamericano está convirtiendo su sección internáutica en el máximo eslabón actual del cambio de paradigma científico, dando salida a informaciones que son el puente necesario entre la ciencia oficial y la «conspiranoia». Todo ello, conectado con la geopolítica mundial, dejando claro que la ciencia es un aspecto más de las cuestiones a debatir sobre el mundo en el que vivimos.
Larouche lleva años proponiendo la colonización de la Luna y Marte como necesarios pasos en la evolución de la Humanidad, al tiempo que propone la revitalización de un plan de Lincoln para unir Rusia con Alaska por tren y así conectar España con la Patagonia mediante vía ferroviaria. Eso sí, no estos trenes.
En el vídeo que podéis ver a continuación, os enteraréis de que Rusia está preparada para conectar mediante tren Siberia con Alaska en el 2030, mientras que los chinos ya tienen unos trenes magnéticos que corren a 400 kilómetros por hora. Pero es que, cuando los coloquen dentro de unos tubos que generan el vacío y eliminan la resistencia, podrán ir a 1000 kilómetros por hora. Es decir, más que un avión. (Este es el sistema mediante el cual están conectadas las bases subterráneas en todo Estados Unidos desde hace 30 años, como poco).
Los chinos y los rusos han firmado acuerdos para apoyarse en su colonización del espacio, que comenzará por la luna y seguirá por Marte, y se están fijando objetivos para los próximos 20 años, para lo que han comenzado a «entrenarse» en el Polo Norte, debido a sus extremas condiciones climatológicas. La noticia está en que los rusos han comenzado a levantar una base, en una isla llamada Umka, a 1.600 kilómetros del Polo magnético, que estará habitada por 5.000 personas, los mismos científicos y personal que la levante. Por lo visto, esa base será el modelo que se seguirá en la luna y en Marte.
Larouche postula que Estados Unidos debería firmar un acuerdo con China y con Rusia para una iniciativa de defensa espacial (contra meteoritos y asteroides) que suena muchísimo al Blue Beam. El propio Larouche reconoce que el Proyecto Guerra de las Galaxias (Defensa Estratégica SDI) fue una idea suya que cedió a Ronald Reagan. O sea que, ojito con él.
El pensador norteamericano elogia en el vídeo que veréis a continuación la actuación del dúo Putin, Medvedev en Rusia frente al Poder británico (que es como llama a los sionistas) y nos regala unos minutos desconocidos para mí (35′) en los que el propio Putin viene a reconocer que estamos al borde una guerra mundial y que él va a permanecer firme frente a los sionistas. Todavía más impresionante es el minuto 37′ cuando el primer ministro Medvedev responde a una pregunta de un estudiante de periodismo sobre, atención, ¡SI SE VA A EXILIAR A COREA DEL NORTE ANTES DE QUE LE PASE LO DE SADAM HUSSEIN!! Y él contesta:
-Esta es la pregunta más valiente que me han hecho jamás. Por supuesto, estoy dispuesto a morir por mis ideas.
De donde se deduce que en Rusia saben perfectamente que después de Siria e Irán, irían a por la propia Rusia, razón por la cual se han plantado y han decidido apoyar a estos dos países. Por si no lo sabíais, los sionistas estuvieron a punto de asesinar a Putin tras ganar las últimas elecciones.
Este excelente vídeo también aclara que el movimiento opositor ruso, que denunció fraude en las elecciones antes incluso de celebrarse, contó con la financiación de George Soros, quien ofreció una cantidad de dinero a cualquiera que explicara un fraude electoral. La consecuencia fue, claro está, que hubo gente que realizó esos fraudes para ganarse ese dinero, con lo que el lacayo de Rothschild consiguió su objetivo de manipular las elecciones y generar descontento.
Para ello, tenía como aliado al actual embajador USA en Moscú, McFaul, quien ha admitido sin ambages que él no tiene ni idea de la cultura rusa sino que es «un especialista en dictaduras, procesos democratizadores y generación de revoluciones». El propio McFaul fue uno de los arquitectos de la caída de la Unión Soviética y del posterior periodo Yeltsin.
Al final, Lyndon Larouche ofrece un mensaje corto pero muy claro: la única opción para parar esta locura llamada Tercera Guerra Mundial es destituir a Obama.
Me parece que con esto lo podéis ver claro, ¿no? Lo dicho, hay que seguir estos vídeos de Larouche y éste, en particular, con mucho detenimiento.
