Hace ya años, cuando vi las entrevista de David Icke sobre control mental y satanismo entre la élite, soñé que algún día yo también entrevistaría a algún testigo de ese calibre. «Sería lógico, ¿no? que se acercaran a mí después de todo lo que he hablado de estos temas».
Bueno, pues ese primer contacto sucedió en Asturias. Y sucedió de manera mágica. La persona que vais a conocer a continuación, perteneciente a la élite asturiana, se enteró de mi página hace diez días cuando vivía en Los Angeles, California. Aterrizó en su tierra, tras quince años sin visitarla, dos días antes de mi charla en Oviedo y vio un anuncio en el periódico el día antes.
Ahí estaba, al final de la sala. Entre las sidras post-presentación, empezó a contar cosas sobre su pasado como marchante de arte y restaurador al más alto nivel, captado por una secta satánica en Ecuador, violado en un colegio de los Dominicos, conociendo narcotraficantes… En fin, aquí va la primera, pero habrá más, bastante más.
Se llama Miguel, y es lo más parecido a un santo que yo haya conocido.
