General, Opinión y Noticias Externas — 15 mayo, 2012 at 8:51 am

¿Cata(r)uña?

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Montserrat, montaña sagrada de Cataruña, tomado por las fuerzas oscuras, según los místicos
Montserrat, montaña sagrada de Cataruña, tomado por las fuerzas oscuras, según los místicos

Tras casi un mes viviendo en Cataluña (y muchas otras semanas a lo largo de estos años) os puedo asegurar que este pueblo ha sufrido una intensa campaña de propaganda desacreditativa. En realidad, apenas hay diferencias de carácter respecto a otros pueblos ibéricos mediterráneos: los catalanes son tan simpáticos como los andaluces, generosos y acogedores. Es decir, en la misma medida, en el mismo porcentaje; hay gente dormida y gente despierta como en todas partes y eso se refleja en su comportamiento más o menos humano, pero os puedo asegurar que los catalanes cambian al castellano en cuanto sospechan que no les estás entendiendo y que ¡se ríen de su fama de tacaños! Una persona (o un pueblo) que se ríe de sí mismo no puede ser culpable de ese «pecado», porque la primera prueba del «pecador» es la negación. Hay una leyenda negra propagada por «alguien».

En Montserrat
En Montserrat

Tras semanas recorriendo múltiples pueblos y parajes de Cataluña (Lérida, Montserrat, Granollers, Badalona, Vilanova, Cadaqués, Roses), con LOS ABUSIVOS PEAJES, el fin de semana pasado aterricé en el lugar más curioso de todos ellos: los nuevos cátaros, que proceden… de Rusia.

Hace ya tiempo que, siguiendo la sabiduría del filólogo e historiador Ribero Meneses, os conté la procedencia ibera de los (h)ebreos, y las pruebas toponímicas de que el pueblo (h)ebreo procede de la península ibérica en las coincidencias del río palestino de (H)ebrón,  el río en Ademuz-Valencia y el hospital Valle de Hebrón en Barcelona. Ribero Meneses nos aclaró que la raíz «iber» está ligada a una connotación geográfica del extremo, pues el antiguo nombre de Irlanda es (H)ibernians, la península más occidental de Euroasia se llama Iberia y el extremo oriental del mismo continente euroasiático es (S)Iberia.

En Cadaqués
En Cadaqués

Cuento todo esto porque resulta que la derrotada cultura Cátara que pobló Cataluña en la Baja Edad Media ha resucitado por medio de un místico ruso llamado Juan del Grial, que se ha asentado en el Prepirineo catalán hace cinco años. El Padre Juan es un personaje completamente atípico dentro del panorama religioso actual porque, que yo sepa, es el que está hablando con más claridad y fuerza acerca del luciférico poder que gobierna hoy día el Planeta. Durante los dos días que duró la celebración anual a la que asistí este fin de semana, el Padre Juan no paró de sacudir a los reptiles banqueros y su civilización del engaño… y la lujuria. Su denuncia del Nuevo Orden Mundial procede de sus propias vivencias en el horror de la dictadura estalinista, gulags que como vemos están a punto de repetirse en Occidente, y, de alguna manera, es la lógica consecuencia de que el horror humano crea, por medio de la catarsis, las manifestaciones mayores de pureza.

El Padre Juan, que también denuncia la existencia de extraterrestres malos (a los que califica de «ovnis») pero al mismo tiempo admite que tenemos unos hermanos mayores «ahí arriba», está realizando un curioso sincretismo desde los elementos cristianos ortodoxos en los que se ordenó sacerdote hasta integrar el Tao y ciertos elementos budistas. En estos pasados días, modificó su propia elevación de la Virgen María por la budista china Kwan Yin, renovada ahora en «Madre Triunfante» con el nombre de Guang Min. Convencido también de que estamos viviendo el Final de estos Tiempos, el pasado sábado realizó una representación del Tiempo que gira y empieza a rotar en la dirección contraria, emulando a la pérdida del poder de los Iluminati-reptilianos y el comienzo de un nuevo Tiempo para la Humanidad.

Todo ello, en unas larguísimas celebraciones coloristas, musicales y emotivas, hasta el punto de realizar representaciones teatrales en el escenario, «misterios», a la manera de los cristianos primitivos. El que vi estos días fue la representación de la victoria del cartaginés Aníbal sobre los ejércitos de Roma, dándole, también, una vuelta a la Historia y reivindicando a los perdedores, como los propios cátaros o los bogomilos, de cuyas enseñanzas dice ser heredero.

La nueva religión cátara está ordenando a su propio clero pero de una manera bastante más cercana que el tradicional. Sus celebraciones serán del agrado de las personas más cercanas a la espiritualidad de la devoción, es decir, rebotados de las iglesias católicas, evangélicas o corrientes budistas.

Como curiosidad, el Padre Juan forma parte de una serie de líderes espirituales que están en contacto entre ellos, como el mencionado Maulana Sheik Hazim, de la orden sufi nashbandiq.

Setencientos años después, los «perdedores» cáta-ros reverdecen en el territorio cata-lán, y uno se pregunta si el propio nombre de «Cataluña» (la primera referencia conocida es del siglo XII) no procederá de la secta «Cáta-ra». Hay otras teorías para explicar el origen de la palabra «Cataluña» (tierra de castillos) pero me resulta sumamente curioso que el mismo siglo en el que surge esa denominación es cuando comienza la represión del movimiento cátaro que acabó refugiándose… en las tierras catalanas a un lado y otro de los Pirineos.

Es sólo una hipótesis, aunque me consta que no soy el primero que la defiende. De acuerdo a esta teoría, la «mala fama» de los catalanes, sería en realidad una conspiración y tergiversación histórica contra los descendientes de los cátaros-cataranes (conocidos como «hombres buenos»), que renacerían a principios del siglo XX con el movimiento anarquista y más tarde, en los setenta, con el hippismo, y en el siglo XXI, con la última herejía histórica: el movimiento conspiranoico. Quizás el código Mont-juic os puede dar una pista de por dónde puede venir esta desacreditación, atendiendo al extraordinario poder de la banca usurera en esta región del Planeta.

Dado que los cátaros llegaron hasta Valencia y las Islas Baleares procedentes de Francia, bien pudiera ser que la lengua catalana sea una evolución del idioma de aquellos cátaros procedentes de Francia. Las evidentes similitudes entre el francés y el catalán serían la prueba de ello.

De momento, es sumamente curioso que los cátaros hayan renacido en este Final de los Tiempos.

Por cierto, ¿os habéis fijado que el Fútbol Club Barcelona lleva publicidad en sus camisetas de «Catar/Qatar Foundation»?