En estos momentos de inmundicia, en los que los delincuentes de cuello blanco obligan a sus esclavos a rescatar sus fortunas de los daños que ellos mismos han creado (es tan delirante que hasta es difícil describirlo), la aparición del simpatiquísimo Max Keyser, explicando cómo uno de los gigantes del crimen organizado ha entrado en barrena, es todo un viento fresco.
Ayudado de dos colaboradoras, Keyser desgrana las inmorales prácticas sobre las que JP Morgan ha vuelto a defraudar a sus ahorradores y nos aclara, entre otras cosas, que auditores como Price Waterhouse (que auditará las cuentas de Bankia) carecen de dimensión ética para hacer su trabajo.