Hacía mucho tiempo que no recordaba un verano tan caluroso (y tan largo) como éste del 2012. Exactamente, desde 1999: aquél recuerdo que también fue tremendo.
Con la calorina que está cayendo en toda Europa, os podéis imaginar que trabajar con un pico y una pala en una cuesta de casi 45º, es casi un suplicio. Así he estado gran parte de los días en Visoko, sudando la gota gorda pero, sin embargo, con una gran satisfacción, tanto por formar parte de esta aventura como por el precioso espíritu que se ha formado en torno a las pirámides bosnias.
Y es que las excavaciones de Visoko tienen algunas características muy especiales.
Creo que es la primera vez en la historia que la dirección de un proyecto tan importante está en manos de hippies y libertarios. El equipo de Osmanagic tiene como jefe de campo a un divertidísimo italiano llamado Ricardo, que consigue implicar a los voluntarios, a base de escuchar sus propuestas y darles responsabilidad en la excavación. Hay comunicación entre la «dirección» y los currantes, es decir, los voluntarios, y eso hace que la sientas tuya: ¡estás contribuyendo a levantar un gran secreto de los orígenes de la Humanidad!
Creo que, también por primera vez en la historia, las excavaciones están siendo llevadas por gente que está abierta a las explicaciones esotéricas, por lo que, al margen de los datos meramente historiográficos, de dataciones, materiales y demás, se escucha y se valora cuáles son las sensaciones energéticas y emocionales que generan las pirámides y los túneles. En todo momento, al margen, como digo, de la excavación material en sí misma, se intenta encontrar el motivo profundo de estas construcciones y es un tema de conversación diario. Así que, al componente masculino-alternativo (¡hay muchísimos «heavys» entre los voluntarios!), se une un fuerte componente espiritual-sanador-femenino, lo que hace que la energía esté muy equilibrada y el ambiente sea estupendo. De verdad.
Claro que, al mismo tiempo, y como os podéis imaginar, intentar demostrar que los laberínticos túneles que fluyen por Visoko están conectados con las pirámides, también genera sus impedimentos. Como no podía ser de otra forma.
Me siento muy orgulloso de poder deciros que tres lectores de esta página (Román, Zeus y Miguel) han liderado durante estos días los movimientos más importantes en torno a las excavaciones. El equipo de albañiles catalano-andaluces compuesto por Román, Zeus y Kiko se puso a picar con toda su testosterona en el punto de la pirámide dónde la sonda georradar indicó que había un túnel. El túnel que supuestamente conectaría con los túneles de Ravne, que ya son casi 100 metros, si mal no recuerdo, y sería la prueba definitiva de que en Visoko hay algo grande.
Con toda la inmensa gracia de los «nengs» de los arrabales catalanes, los albañiles lograron ¡el primer día! avistar el túnel que otros equipos no había logrado destapar durante meses. A costa de romper 5 picos, ¡5!. El simpatíquisimo Román -una verdadera estrella mediática- con ese gracejo de Sant Boi de Llobregat plagado de testosterona, se hacía cruces de no poder disponer de una máquina taladradora en condiciones para poder cumplir con su misión en pocos días. Eso fue hace dos lunes, si mal no recuerdo. Desde aquel día se iniciaron las gestiones para comprar una máquina adecuada, y para «animar a la organización» se propuso que los voluntarios costeáramos la mitad del precio de la máquina y el generador.
Pero «algo» retrasaba la cuestión. Día tras día quedaba claro que una parte de la organización no estaba interesada en que el trabajo se adelantara, por lo que los «albañiles conspiranoicos» pudieron contemplar, in situ, por fin, una conspiración. La Conspiración para sabotear las excavaciones.
La diferencia entre unos albañiles de barrio, plagados de tatuajes, y con más sabiduría callejera que 80 libros de Deepak Chopra, es que los «nengs» no se quedan en la palabra, y actúan. El equipo comandado por Román consiguió recolectar 400 euros en apenas unas horas, con lo que la Fundación Pirámide de Visoko se vio en la tesitura de poner el montante restante para comprar la máquina que hubiera podido podido posibilitar el descubrimiento. Y el gélido representante gubernamental se hizo «el loco». Es decir, que no puso el dinero. Y se compró una mierda de máquina. Con lo cual, va a ser difícil destapar el túnel.
La tensa escena entre los albañiles conspiranoicos +Miguel, el informático, también seguidor de esta página, grabada en cámara de vídeo, demostrará lo que se está cociendo en Visoko y que el equipo de Osmanagic no puede desvelar porque perdería las condiciones para seguir excavando.
Hay un sabotaje muy sutil, que impide que se llegue a nada espectacular, dirigida por el agente Atmir, colocado por el gobierno en la Fundación para torpedear a Osmanagic. Los testimonios de las personas con más conciencia que han estado en las excavaciones así lo demuestran: algunos de los túneles que se descubren, se cierran con excusas bastante peregrinas y ello hace que no se avance más hacia la pirámide.
¿Significa eso que hay que dejar de apoyar esas excavaciones?
¡Al contrario! La batalla que se está librando en Visoko por desvelar esa parte de nuestra historia incluye esa lucha para desvelar la conspiración que los albañiles conspiranoicos supieron ver tan bien. Tan importante es contribuir a las excavaciones como extender la información acerca del saboteo.
Si todo va bien, en breves días veréis a Román en una excelente entrevista contando sus conclusiones sobre los materiales descubiertos y, también, sobre los movimientos tácticos en torno a las pirámides.
Yo también entrevisté a un arquitecto gallego que da su opinión ante las excavaciones. La entrevista fue realizada unas horas después de que arribara a Visoko, así pues, tampoco tenía muchos elementos de juicio para interpelar al gallego pero creo que sus opiniones tienen valor.
PD: Motivos por los que, es posible, que el taladro eléctrico haya sido censurado.
«…causa de posibles interferencias con el fenómeno de las energías piramidales, no se permitirán experimentos con el uso de vibraciones electromagnéticas o mecánicas, si no son aprobados por la fundación, en condiciones controladas y en presencia de oficiales de la fundación».