Hace unos días, en Barcelona, conocí a una señora bien relacionada con las altas esferas catalanas, que dijo haber entablado conversación con un alto funcionario del ayuntamiento de la ciudad condal. El citado señor, masón reconocido de alto grado, le reconoció que las torres de la Villa Olímpica representan las columnas masónicas Jaquim y Baaz.
Para columnas masónicas hay que detenerse en la entrada de Madrid, frente a LOS JUZGADOS, donde las corporaciones bancarias levantaron dos torres gemelas ¡y le colocaron un obelisco en medio, obra de Calatrava! Para más inri, el consorcio contrató a Alex de la Iglesia para que rodara una película en torno a las torres, de contenido satánico, titulada «El día de la Bestia».
Mucho se ha escrito sobre el atentado de las Torres Gemelas de Nueva York, por lo que no me detendré en ellas más que para resaltar que, nuevamente, repiten el diseño de las dos columnas masónicas, como símbolo de una ciudad.
A finales del siglo XX, se levantaron en Kuala Lumpur, Malasia, las torres Petrona, que fueron las más altas del mundo, siguiendo con el modelo masónico de torres gemelas.
En Dubai, en el Golfo Pérsico, se han edificado estas curiosísimas torres durante los últimos años.
En Bahrein encontramos esta pareja de rascacielos piramidales.