Tenía que ocurrir: un movimiento como el feminismo, inventado por hombres, tenía que desembocar en la pornografía.
Al calor de la «Revolución Naranja» (fabricada por la élite) surge en Ucrania un «movimiento» compuesto de unas bellas modelos cuyo leit motiv es luchar contra la explotación sexual… enseñando las tetas.
Dirigidas por la ideóloga Anna Gutsol, las macizas han atraído la atención de la prensa ucrania antes de dar el salto al resto del mundo, con auténticas odas al oximoron como ésta: «nuestro modo de protesta es ir desnudas, pero no vendemos sexo».
Ahora que, como anunciaron, dan el salto al resto del mundo con una primera acción en Francia, es bueno prepararse viendo este vídeo, subtitulado al inglés, donde «explican»
su ideario. Lo único serio de todo el vídeo es el ex agente del KGB que explica que esta es una operación de Relaciones Públicas (Propaganda) y que, evidentemente, las chicas están pagadas. (Fijaos en que no hay una sola que no sea un bombón).
Ni una explicación sobre de dónde les llega el dinero para los viajes si no tienen empleo.
Su atuendo colorista recuerda mucho a otra operación de Ingeniería Social Feminista, las Pussy Riots, éstas de la vecina Rusia.