El pasado domingo fui a escuchar a Félix Rodrigo hablar sobre el Estado al Otoño libertario del sindicato anarquista, CNT.
Sintonizar con el honesto y erudito palentino, amante de la Libertad, es siempre un gusto, pero tomar el pulso a lo que se mueve en los círculos libertarios también es siempre útil.
Los tremendos palos que Rodrigo dio a la ingenuidad de algunos supuestos antisistema defensores del Estado son asimilados por esta corriente libertaria que no cree en la autoridad del Gran Hermano. El palentino se cebó especialmente en los «antiglobalización» de Ignacio Ramonet y ATTAC: ¿alguien se acuerda ya de ellos? ¡Si el Nuevo Orden Mundial ha aprobado su «tasa Tobin»? ¡Jajaja! (Qué tristeza). ¡Dónde estáis ahora, todos aquellos que pensásteis que un Estado más fuerte era la solución?
En un gesto que le honra, Rodrigo se disculpó por etiquetar a un italiano que intervino con el apelativo «antiglobalización» y los respetuosísimos comentarios de otros dos jóvenes militantes en el sentido de que no se debe descalificar a nadie con una etiqueta sino contraponer argumentos. Esta nobleza fue una de las cosas más positivas que me llevé sobre los anarquistas (al menos una corriente).
Por el contrario, la charla acabó derivando al análisis de la Guerra Civil, suceso que mantiene tan traumatizados a una parte de la izquierda española y el anarquismo que sólo se puede calificar de «paranormal» (parece que esta paranoia es lo único que les une). En el mundo del siglo XXI, a punto del contacto con otras civilizaciones galácticas, cuando sólo una ínfima mayoría vivieron esa guerra, ¡le siguen dando vueltas al tema! ¡Pero cómo vamos a crear algo nuevo si siguen anclados en el mundo de hace 80 años! ¡Están ‘emparanoiaos’! (Y, por consiguiente, «empanaos»).
Entre los cuchicheos antes de comenzar, escuché a dos personas pronunciar la palabra «conspiranoico» cosa que me agradó, señal de que es una corriente viva y considerada en el ambiente político.
Sin ir más lejos, el diario digital ultraizquierdista «kaos en la Red» publicó un artículo analizando el fenómeno de la «conspiranoia» en el que dedicaban a Mundo Desconocido y a mí mismo, algunos… «regalitos».
En definitiva, el artículo no plantea muchas discrepancias, salvo el apego de la izquierda antisistema por la medicina oficial, la terminología marxista y las ideologías políticas y sociológicas que el propio sistema que dicen querer destruir ¡les ha enseñado en sus universidades! ¿Se puede ser más incoherente?
Pues sí, porque previamente a acusarme de superficialidad ¡habían tenido en su web el vídeo del Dinero Es Deuda que yo mismo había traducido y locutado!
¡Jajaja! ¡O sea que digo gilipolleces pero aprovechan la información que yo traduje y que es infinitamente más útil para desentrañar el Poder que la obra de Carlos Marx enterita!
Por supuesto, esta gente que dice leer tanto no se ha atrevido a adentrarse en «Archipiélago Gulag» y conocer los desmanes que su ideología produjo en el siglo XX. No lo quieren ver. No quieren ver nada que socave los cimientos de su Religión. Porque esta gente es tremendamente religiosa: por eso huyen del debate y se quedan en la descalificación que, como dice Félix Rodrigo, es un signo de un sujeto de baja calidad humana.
La izquierda «revolucionaria» es incapaz de crear nada nuevo porque no ama ni la Libertad ni el Amor: la razón profunda es que todas las ideologías que beben de Hegel (comunismo, socialdemocracia, feminismo, movimiento gay… y la New Age) construyen su ideario «a la contra», es decir, por oposición a su enemigo. «Tesis-antítesis=Síntesis». Luego realmente es su enemigo quien les marca el camino y, sin él, no son nada. Por eso, claro está, tienen que recordar continuamente la Guerra Civil: sin la oposición izquierda-derecha, se quedan perdidos. (Obviamente, lo mismo le pasa a la derecha recalcitrante, por eso Nosotros estamos llamados a unir ambas polaridades). Lo más flagrante es su apoyo a la guerra de sexos y el movimiento gay, por llevar la contraria a la Iglesia: ¿se extrañan de que la gente no apoye sus convocatorias ahora que el Sistema ha colapsado? ¿por qué no se manifiesta más gente? ¿quién va querer unirse a un movimiento que apoya la coacción para que los hombres y las mujeres vayan cada uno por su lado? ¡TODOS LOS HOMBRES Y MUJERES QUE NO HAYAN SIDO TRAUMATIZADOS QUEREMOS EL AMOR DEL SEXO COMPLEMENTARIO!
El movimiento conspiranoico ha superado en radicalidad a la ultraizquierda porque ha llegado a la raíz del problema, y sólo se llega a ella despegándose de ideologías y colocando la Verdad como única guía. Si tu ideología te pone signos de «stop» en el camino de la Verdad y te conduce sólo al enfrentamiento con tu enemigo, te quedarás ETERNAMENTE en el mismo laberinto. Por la sencilla razón de que, JAMÁS, la mano izquierda de un organismo puede derrotar a la derecha, ni viceversa: es algo completamente absurdo. Desde la concepción del enfrentamiento, siempre habrá dos mitades, así es el Tao, y así es la vida. (En este laberinto se encuentran los izquierdistas y los derechistas desde 1789, con la Revolución Francesa).
PD. Que la New Age es también hegeliana es prueba su defensa fanática del pensamiento positiva y su huida de la negatividad. El pensamiento dual. Precisamente aquello de lo que tanto huyen. ¡Así que, paradójicamente, Kaos en la Red y la New Age están en el mismo bando! ¡Jajajaja!
PD 2: Sigo abierto a cualquier debate con la izquierda revolucionaria, lo mismo que con la derecha conservadora. Es más, me encantaría que algún día las tres corrientes antisistema pudiéramos sentarnos en la misma mesa a discutir.