Este vídeo gustará a la audiencia conspiranoica pues apoya la tesis de que todas las guerras han comenzado como las de Afganistán, Irak, Libia o Siria: mediante falsos ataques para justificar la agresión.
Sin duda, la aparición en el vídeo de la Corporación Rand, verdadero cerebro en la sombra de todas las políticas de Ingeniería Social/creación de Opinión Pública, es lo más destacado. Pero el vídeo, para el investigador más sereno, genera numerosas dudas.
La primera: ¿cómo es posible que un civil como Daniel Ellsberg capitanee un equipo de 100 marines en Vietnam, por más que perteneciera a la Corporación Rand? Y sobre todo, ¿por qué no acabó en la cárcel tras filtrar tan importante información?
Su condición de judío nos puede ayudar a comprender la entronización de este hombre. Pero es que sus dos compañeros líderes del pacifismo en esa época (Zinn y Chomsky) también lo eran.
Como también su enemigo, Henry Kisinger, y el director del periódico donde finalmente apareció la información, The New York Times, Schlesinger.
Todos, buenos y malos, eran judíos. Extraño, ¿verdad?
Aparte de todo, el vídeo se ve con agrado y el tal Ellsberg logra empatizar con la audiencia.