Un clásico en esta web.
Recién salida de una caja de Bombones, Mariah Carey nos deleita con una canción de cuando las canciones eran capaces de insuflar alegría en los corazones (¡qué tiempos aquellos, eh!). Si contemplarla es un deleite, su voz suena tan dulce como una trufa… pero con todo su poderío.
Ayudada de unos arreglos que suenan a gloria… y unas negras a los coros ¡geniales! ¡No os perdáis sus pelucas!
PD: Para que veáis que no quiero ilusionaros demasiado os adjunto una simpatiquísima versión de hace unas semanas en la que Mariah Carey se ve tal y como es hoy día… (No os perdáis a la enanita de abajo).