El otro día me encuentro en El Confidencial con la noticia de «La nueva musa de Internet«: una chica que sube a la Red cada día una foto diferente de su escote.
Ummm… Por más que su escote sea precioso, el conspiranoico que hay en mí no descansa: «Aquí está pasando algo», me digo. «¿A qué chica se le ocurriría subir cada día una foto de su escote a la Red», me pregunto.
1-Una aspirante a heroína de la telebasura.
2-Todo forma parte de una campaña propagandística: una ingeniería social.
[Esto es lo que supuestamente dice: sinceramente, yo no me lo creo]
Como en el Nuevo Tiempo, todo va deprisa, la explicación me llega al día siguiente.
El domingo me encuentro con esta noticia de la República Checa: «Cualquier anuncio sobre los pechos de una checa, por 8 dólares«. «Una mujer, presuntamente una ciudadana checa, decidió sacar partido a la riqueza con la que la naturaleza la ha dotado. La ‘emprendedora’ ofrece sus senos para poner en ellos cualquier tipo de publicidad». [Por cierto, la República Checa es también el lugar donde ha aparecido ese aspirante a presidente salido de la película «Avatar«. ¿No os parece raro?].
Y también el domingo, para redondear la jugada, tenemos a las feministas ucranianas de «Femen», enseñando las tetas en el Vaticano en pro de los «derechos de los homosexuales«.
Aunque explico en profundidad este grupo en el libro «Ingeniería social para destruir el Amor», esta última actuación de estas activistas de chichinabo (¡jajaja!) es sin duda el culmen de su absurdo, pues enseñar las tetas para animar a los chicos a que se chupen «eso» en lugar de las tetas de una mujer es… ¡De risa! ¡Enseñan las tetas para que los hombres dejen de chuparles las tetas! [Cuántas mujeres hay ya traumatizadas pues sus maridos las han abandonado ¡por hombres! ¿Será el karma acumulado por haber apoyado el movimiento gay?].
Esta sobredosis de pechos me parece que es el acto final de la omnipresencia del señor Freud en nuestras vidas. Fue él quien le dijo a su sobrino Bernays (padre de la Propaganda y la Publicidad) que un hombre siempre se va a adherir a cualquier proclama o mensaje que lleve dentro un par de buenos pechos.
Y lo va a hacer por la sencilla razón de que los pechos son lo que nos hicieron crecer y nos dieron confianza cuando llorábamos y nuestras madres nos acunaban. ¡Por eso un hombre siempre se va a adherir a un par de pechos; es la vuelta a la felicidad de un bebé!
Esa es, sencillamente, la razón por la cual tenemos tetas en los anuncios de cerveza, de coches, de perfumes, de champús, en los telediarios (¿os habéis fijado en los planos que les hacen a las presentadoras, en los concursos y, por supuesto, en las películas. [¡Por no hablar de los anuncios de ropa interior en plena calle, of course].
Siempre que pongas unas tetas, vas a tener a una gran cantidad de hombres mirando. Y las mujeres lo sabéis, obviamente.
¿O es que no cuchicheáis cuando una competidora enseña demasiada «delantera» para atraer a vuestro hombre? ¡Sabéis que está haciendo «trampa» porque está jugando con el inconsciente del varón! ¡Es TAN fácil manipularnos!
Pero, claro, ahora ya, cada una y sus intenciones…
PD: ¡Ah, se me olvidaba lo de Sofía Vergara! ¡Una supuesta actriz colombiana que tiene la «mala suerte» de que un día se le estropea la cremallera y otro, se le rompe el vestido en medio de una pelea y enseña… LAS TETAS! ¡Jajajaja! En fin, he dicho «supuesta actriz» pero esta chica donde mejor interpreta es… ¡en la vida real! [¡Soy capaz de criticarla… ¡a pesar de sus tetas! ¡Estoy liberadooooo!].
PD: El novio se apellida «Loeb»: es decir, es hebreo.
PD 2: Por si no os habéis dado cuenta, acabo de desmontar la existencia del «Patriarcado» por completo: la Mujer siempre ha tenido un Poder sobre el Hombre. Creo que no hace falta explicitarlo más.
PD 3: Me meto en Méneame a comentar sobre la noticia de «las tetas en el Vaticano» y lo primero que leo es un gay ateo que dice que no le parece bien la acción de las Femen. ¡Me da la razón, jajaja! Por cierto, y para que veáis que el Papa no tiene nada contra los homosexuales, fijaos en el secretario tan guapete que tiene Benedicto. ¡Le llaman «George Clooney! ¡Pero no penséis mal, eh!!!
