Aquí lo tenéis: el autor del reconocido documental sobre las armas «Bowling for colombine», da un giro a su interpretación sobre el origen de la violencia para apuntar a los antidepresivos prescritos a la práctica totalidad de los adolescentes que han perpetrado estas matanzas. (En inglés, estaría bien subtitularlo). Una nota: «los chavales que toman antidepresivos tienen 12 veces más posibilidades de suicidarse».
Los medios oficiales, que se rasgan las vestiduras con las matanzas perpetradas por jóvenes, continúan con la paranoia de los «niños hiperactivos. Hoy mismo, en El Mundo.