Le llaman el «pequeño Spielberg» porque fue su productor en Regreso al Futuro, amén de haber dirigido Forrest Gump y Quién Engañó a Rober Rabbit.
Entre todas las noticias que encuentro hoy, ésta es sin duda la más positiva: la fábrica de ilusiones, que mantiene a la gente agilipollada y la vuelve insensible y violenta, está, también, tocada de muerte.
Resalto este párrafo de la entrevista a Robert Zemeckis: «No es culpa de Hollywood. Las personas que deciden qué películas se hacen están completamente aterrorizadas, porque nadie sabe qué le pasa al público. Por alguna razón, a la gente le cuesta ir a ver películas que sean complejas. Y la gente joven ha abandonado el cine. Nadie sabe qué va a pasar«.