General — 25 febrero, 2013 at 8:58 am

Descodificación de «Vacaciones en Roma» y «My fair Lady», de Audrey Hepburn

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Sabiendo -como sabéis- que soy un enamorado de Audrey Hepburn, he vuelto a ver algunas de sus películas, para encontrar mensajes encriptados.
Que My fair Lady (la historia de una chica de la calle, convertida en princesa) es una fábula MK Ultra, mezclada con La Cenicienta, está bastante claro, pero también me parece significativa la promoción del aprendizaje del inglés que realiza la película: «si aprendes inglés, te convertirás en una princesa», es el mensaje al inconsciente. La mitad de la película es una clase de inglés, con la que te identificas porque es el pasaje hacia el éxito.
Todavía más interesante es reparar en la famosísima «Vacaciones en Roma», de 1953, en la que Hepburn (que venía de familia aristocrática) interpreta a una princesa inglesa de gira por Europa. En Roma, conoce a un periodista (Gregory Peck) una noche de libertad que se pierde por las calles y… se enamoran. (Audrey está en sueños, curiosamente, la primera vez que se sume en sus brazos, por cierto).
Esta es la historia conocida de esta exitosísima película.
Lo que nadie os habrá contado es que la gira de la princesa «Audrey Hepburn» por Holanda, Francia e Italia estaba promocionando «LA FEDERACIÓN EUROPEA, QUE ACABARÁ CON LAS GUERRAS EN EUROPA».
¿Te sorprende?
¿Y si te cuento que la película se estrenó en 1953?
¿Y si te cuento que en 1957 se firmó el Tratado original de la UNIÓN EUROPEA?
¿Sabes dónde se firmó ese Tratado?
¡EN ROMA!!
¿Conclusión? «Vacaciones en Roma» fue un publirreportaje encubierto (una propaganda) para convencer a la población europea de la idoneidad de la Unión Europea.
La identificación emocional con ese romance entre la preciosa princesa y el apuesto periodista QUE NO PUEDE SER (la princesa despide con los ojos llorosos a su enamorado en rueda de prensa) hizo que, en el inconsciente colectivo LA UNIÓN EUROPEA FUERA LA CULMINACIÓN DE ESE AMOR IMPOSIBLE EN ROMA.
Es decir, apoyar la Unión Europea era, en el inconsciente de los europeos de aquella época, apoyar a Audrey Hepburn en su amor imposible (y la libertad que suponía, obviamente).
Sin duda alguna, estamos ante una OBRA MAESTRA DE LA INGENIERÍA SOCIAL.