Hace dos años, cuando estrenaron la película de Natalie Portman «Cisne Negro» ya comenté por aquí que estaba llena de códigos satánicos. En este caso, no porque la hubiera visto sino porque levantó muchas descodificaciones entre la conspiranoia de habla inglesa.
La razón de por qué no he querido ver esa película es porque descubrí a Natalie en la preciosa Beautiful Girls allá por 1996 y ya entonces tuve una especie de premonición (o, mejor, dos premoniciones): que esa hadita iba a ser una estrella, por un lado, y por otro, que se iban a apoderar de su alma. Que la iban a explotar y degradarla por medio de papeles perversos.
Lamentablemente, mis peores espectativas se cumplieron.
Seguidamente, veréis un excelente vídeo que compila las claves del Programa Monarca/MK Ultra contenidas en esta película y que, por resumir la cuestión, codifica la transformación de la bailarina en otro ser, maléfico, con el código simbólico del cisne (NEGRO), tan parecido al ya conocido de la mariposa y la larva. La chica quiere llegar lejos y, para ello, como en la serie Fama, tiene que pagar… con su alma.
El autor del vídeo te para la imagen en las escenas clave para que veas cómo disocian la personalidad de Natalie por medio de espejos que reflejan otra «Natalie» y, como, subliminalmente, insertan fotogramas de su alter ego, Mila Kunis, sin que te des cuenta. Se rompe la personalidad y se permite la entrada de otro espíritu: es decir, una posesión satánica. Para acabar, una fiesta en una discoteca (que recuerda a Instinto Básico cuando Sharon Stone se lo monta con otra mujer) plagada de demonios, disociaciones de su propio yo y, por supuesto, y como es obligado, las escenas de lesbianismo (con Mila Kunis, su otro yo) y, finalmente, la fobia al varón que intenta aprovecharse de su estado.
Lamentablemente, repito, lo que estáis viendo es lo que esta gentuza ha hecho, en realidad, a esa hadita llamada Natalie Portman. Y ya veréis las consecuencias.
Sería bueno que recordarais cómo aparecía Portman en esa película tan mentirosa y manipuladora que se llamó V de Vendetta, del 2006, en la que se enamoraba de su secuestrador (síndrome de Estocolmo) y, posteriormente, se rapaba la cabeza.
¿Recordais a Britney Spears? Pues eso.
Qué pena, de verdad. Cuando más odio a los Iluminati es cuando abducen a las hadas y las convierten en prostitutas. La Belleza es Sagrada. (Por eso los satánicos pervierten a las hadas, obviamente, porque es la obra maestra de Dios).