En la creencia de que la homosexualidad es genética y, por tanto, hay un número invariable de tarados para relacionarse con el sexo opuesto, llevaban largos años «preguntándose» por los futbolistas homosexuales que no han salido del armario. Es decir, una paranoia porque a estas alturas casi todo el mundo sabe que no hay un gen para la homosexualidad y es un fenómeno CULTURAL.
Bueno, pues por fin la maquinaria propagandística ha conseguido lanzar la profetizada paranoia con un jugador de la NBA homosexualizado, que ha servido para generar este nuevo tema para unos medios de comunicación que languidecen. Rápidamente, una publicación deportiva francesa lanza una encuesta entre sus futbolistas que dice que «al 55% les daría miedo ducharse con un homosexual«.
¿De verdad creéis que no lo tenían preparado? ¡Qué casualidad, verdad?
Bueno, pues como complemento a esta Paranoia, una realidad: la activista lesbiana Masha Green reconoce públicamente que el objetivo del movimiento gay era (es) destruir el matrimonio, el amor entre Hombre y Mujer.
Justo, el argumento central del libro «La Conspiración del Movimiento gay», ¿verdad que sí?
Todavía quedan ejemplares…
