Pues aquí lo tenéis: el mayor sueño de los cabalistas judíos era crear una raza artificial de humanoides que les sirvieran.
Tras años amagando, y mientras los ecologistas se preocupaban de las semillas transgénicas de Monsanto, los bebés transgénicos humanos ya son realidad.
¿Y ahora qué, señores ecologistas de Greenpeace: hablarán ya de los seres Humanos?
¿Cómo afrontamos la introducción de genes transgénicos en la concepción humana?