Sin duda, el asunto más interesante que actualmente ocurre en España es la aparición del DNI de la infanta Cristina (durante la investigación de su patrimonio del caso Noós) en las transacciones de 13 viviendas.
Y lo es porque, mientras tratan de ocultarlo aduciendo que ha sido un «error», los propios datos de la investigación llevan a todo lo contrario y cada vez se complica más y más.
Resulta que los códigos de los notarios que supuestamente participaron en las operaciones son falsos: ambas prácticas suelen ser indicios de una trama de blanqueo de capitales, que utiliza «testaferros falsos» (hombres de paja) y la complicidad de notarios y registradores de la propiedad (convenientemente «untados», claro está).
Al parecer, dos inspectores de hacienda recibieron el encargo de «atribuir» a la infanta la venta de 13 inmuebles para justificar su inusitado enriquecimiento. De locos.
Pero lo mejor de todo es cuando nos enteramos de que en Port Bou (localidad española fronteriza con Francia), hay 17 personas que tienen el mismo DNI… ¡que la familia real al completo!
¿Cómooooo?
¡Se han equivocado y les han otorgado, por error, los numeritos de la familia real… que encima van del 04 al 017: ¿hay alguien en este Planeta que se pueda creer esta milonga?
El hecho de que sea en Port Bou, precisamente en Port Bou, donde ocurre esta «coincidencia» invita a pensar que estas «personas jurídicas actuando de testaferros de la familia real» participarían en la evasión de capitales subsiguiente a una posible abdicación (o que lo estén haciendo durante la propia monarquía, por supuesto).
La Trama del DNI de la Infanta es la prueba definitiva de la existencia de un Estado paralelo, en la que los notarios y los registradores de la propiedad son parte fundamental, dando formato legal al sistemático robo de la riqueza del país. Es decir, que en España existen dos leyes, y no una, como mucha gente cree.
Si seguimos este hilo, nos encontraremos con la verdadera realidad del estado en el que vivimos, que no tiene nada que ver con el pueblo español y sí con una superestructura ligada a unas familias con lazos genealógicos con los faraones, los reyes judíos y babilónicos.
Seguid la pista: se pone muy interesante.
PD: Viene muy al caso recordar cómo en el 2004 (¿o fue en el 2005?) conocí a un hacker llamado Benjamin que por aquel entonces libraba una titánica batalla para ayudar a un joven de la alta burguesía el contable Iván López Díaz, cuya firma había sido utilizada fraudulentamente por su padre para dar de baja empresas. Al hilo de meses y meses de investigación, en la que Benjamin e Iván se dejaron una fortuna interponiendo demandas, recursos, enviando burofaxes y enfrentándose a la Justicia española en pleno, sacando a la luz que notarios, jueces y registradores de propiedad, en colaboración con las mayores fortunas de España, disponían de una red de testaferros falsos para evadir y lavar dinero.
Si os cuento que Iván López Díaz era amigo de los hijos del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, creo que os haréis una idea del tamaño del asunto. Tanto, que acabó en un psiquiátrico (o pasó por él) inhabilitado por su propio padre.
Dado que, al tiempo que intentaba convencer por aquel tiempo intentaba convencer (infructuosamente) a Benja, conocido como Smab o el Hackbogado posteriormente, de la importancia de investigar los atentados del 11-S, y que por un tiempo me ayudó a hacer una nueva web, soy testigo directo del brutal acoso por parte de la Justicia (en forma de llamadas, requerimientos y burofaxes) que sufrió en aquel tiempo.
A la luz de lo que está aconteciendo ahora mismo con el DNI de la Infanta, se puede entender lo que Iván y Smab descubrieron en aquel tiempo, pues es el mismo asunto, exactamente. Jueces, Notarios y Registradores de la Propiedad son artífices de un Estado Paralelo que esquilma la riqueza del país (e imagino que en otros ocurrirá igual) y la redirige a los «paraísos fiscales».
Sería interesante que, si algún periodista de un medio oficial lee este artículo, «tire de esta manta», al igual que los jueces que quieran hacer una limpia entre su gremio: hay unos cuantos jueces de la Audiencia Provincial madrileña con sumarios abiertos por prevaricación a cuenta de este asunto.
Por no hablar de los notarios, obviamente.