El caso de Emanuela Orlandi, la jovencita residente en el Vaticano, raptada en los años 80 y desaparecida sin aclaración, se ha reabierto con nuevos datos que aclaran la participación de varios mafiosos que operaban en favor de un sacerdote. Como veréis al leer esta crónica a partir de datos de una prostituta/amante de un mafioso, el caso se parece bastante a la desaparición de las niñas de Alcasser, Valencia, España, a principios de los noventa. Si, como parece, el Papa Paco sigue limpiando el Vaticano, aparecerán más datos que implican al lobby satanista dentro del Vaticano.
En estos días, la policía nacional española ha desmontado una red de pedófilos satánicos que traficaban con pornografía infantil: el cerco se cierra.
Esta última historia relacionada es demasiado sangrienta como para, siquiera, comentarla: sólo apta para valientes.
