Sumamente esclarecedoras estas declaraciones del Papa Ratzinger (y que deberían hacer reflexionar a la comunidad New Age) acerca de cómo la pederastia estaba «normalizada» dentro de la Iglesia durante los años 70 «porque la teología imperante en esa época era que no creíamos en el Bien y el Mal sino en el ‘mejor que’ y ‘peor que'».
Sumamente revelaradoras porque, por un lado, de estas declaraciones se deduce la influencia de la Orden del Templo Orientalis (OTO) de Aleister Crowley sobre la iglesia católica, y todo el cuerpo doctrinal New Age que, como sabéis, cree que «El Bien y el Mal es un pensamiento dual, por lo tanto, malo». Para una buena parte de los gurus new age, de pensamiento positivista, «Todo está bien». (Incluida la pederastia, los atentados, las violaciones, etc).
El otro día, el Papa Francisco empezó a recular (nunca mejor dicho) en su postura sobre el movimiento gay, destituyendo a un obispo que había criticado esta Ingeniería Social. «Algo» ha debido pasar dentro de la Iglesia porque a los pocos días el rector de la Universidad Pontificia de Colombia (jesuita, como el Papa), aprueba unas conferencias a favor de la homosexualización.
Quizás estemos ante la salida del armario de la iglesia y la exposición clara de sus vínculos con Lucifer…
Lo que no paran son las noticias sobre «padres adoptivos gays» que violan a sus «hijos» y lo graban en vídeo (presumiblemente, para la industria del porno infantil de estos mismos pederastas, como los que citaba ayer en Castellón).
