General — 6 octubre, 2013 at 9:27 pm

Vanessa Paradis: ¿otra esclava MK Ultra?

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Vanessa Paradis, hadita encerrada en una jaula por culpa de Chanel Nº5

Supongo que no pocas seguidoras de este blog habrán quedado conmocionadas por la noticia de que Johnny Depp fue el efebo de Nicholas Cage para alcanzar la fama.
No hace muchos meses, un lector se enfureció conmigo por sugerir que su adorada Angelina Jolie no es más que una esclava sexual (bien pagada) de la élite.
Tocar a los ídolos es un tema sensible porque a través de ellos nos construimos nuestra propia personalidad, nuestros sueños.
Como os he dicho muchas veces, en este camino de ir rompiendo los espejos que reflejan las falsas realidades que nos impiden salir del laberinto, yo también tengo que ir derribando mis ídolos.
He tenido que reconocer, por ejemplo, que mi adorada Audrey Hepburn fue, también, una esclava MK Ultra; el modelo de embajadora de la ONU sobre el que se levanta el personaje de Angelina Jolie.
El otro día me quedé pensando en Johnny Depp a cuento de un tremendo artículo que leí sobre él y Penélope Cruz (que no me atrevo a poneros) y de una posterior investigación sobre su otra ex novia Winona Ryder, y me acordé de su relación con Vanessa Paradis: aquella deliciosa francesita de los dientes separados que cantó la inolvidable «Be my baby» que le escribió su novio de entonces, Lenny Kravitz.
Tenía el vago recuerdo de que aparecí encerrada en una jaula, como la hadita Audrey Hepburn en la fiesta de los Rotschild, pero no, esa foto que podéis ver pertenece a una campaña de… (Chanel). Umm… La hadita encerrada en la jaula.
Resulta que, al igual que todas las estrellas del Club Disney, Vanessa comenzó a cantar en TV con 8 años de la mano de su tío y a los 14 tuvo su primer éxito con la canción «Joe le Taxi» a la que se le puede encontrar resonancias sexuales con el «saxo amarillo» del principio.
Ese aire distante, como ausente… ¿Verdad que todas las modelos en la pasarela reflejan la misma mirada, como sin alma? Durante un tiempo pensé que es la actitud de «inalcanzables» que les dicen deben tener, pero me pregunto si no será otra cosa… Si realmente les han hecho pasar por alguna prueba en la que les quitan el alma…
La verdad es que Vanessa está tan bonita en este vídeo que cuesta mucho (para cualquier varón no afectado por los xenoestrógenos) fijarse en algo más pero tratad de reparar en la sensación de claustrofobia que desprende ¡la piscina en la que vive, a modo de apartamento!, las mariposas MK Ultra que lleva en el collar al cuello y en un anillo y la recurrente imagen del trampolín desde el que se puede lanzar a su nueva vida (de lujo y con mayordomos)… o contra el suelo. Parece sugerir que su éxito depende de atreverse a «saltar del trampolín».
Los dos primeros, y extrañísimos fotogramas, del trampolín mirado desde abajo y una cara que la contempla desde fuera parecen corresponder con su controlador/su novio, que la vigila.
En las últimas escenas, el collar de perlas se rompe y aparece su propia cara en un póster: una clara señal de la disociación de su personalidad, aspecto central del Proyecto Monarca-MK Ultra.
PD. En este link veréis a Vanessa (apenas con 17) cantando una inquietante versión del «Walk on the wild side» (caminando por el lado salvaje) con Dave Stewart (Eurythmics) que parece una conversación entre el demonio y un hadita, una programación en toda la regla.
PD 2: Vanessa, con 8 años, haciendo su debut en la TV. Esta otra, titulada «Manolo Manolete» que cantó con 15 años, solo por la «gracia española».