General — 16 octubre, 2013 at 7:47 am

Confirmado: 1973, golpe de estado del sistema monetario mundial, fue el año de la informatización de los pagos internacionales bancarios

by

En la siesta del martes, me puse a pensar: «si la crisis de 1973 y la guerra del Yom Kippur fueron el detonante para la implantación del petrodólar a través del Banco de Pagos Internacionales es porque ELLOS tenían el sistema informático para los pagos internacionales y dijeron ‘o te pasas al petrodólar, o no puedes entrar en el comercio internacional». Por pura lógica deductiva, ello debió coincidir con la implantación de la informática en el mundo de la banca (y de una Intranet, claro).

Recordaba que, cuando era pequeñito, mis padres me abrieron una cartilla en la Kutxa guipuzcoana, en la que se hacían las anotaciones ¡a mano! Luego ya, de mayor, recuerdo que llegó la informatización, con esas impresoras prehistóricas…  Pero no recordaba bien qué paso entre medias de esa primera cartilla y cuando comencé a ganar dinero, las fechas no sabía si coincidirían porque esa cartilla sería de 1976 más o menos pero es posible que la Kutxa fuera un poco por detrás, tecnológicamente: al fin y al cabo era una caja de ahorros provincial…

¿Sería en 1973 cuando se informatizó el proceso de pagos internacionales?

Pues sí: como reconoce la wikipedia, aunque hubo avances en los pagos de cajeros desde 1969 (en Estados Unidos), no sería hasta ¡1973! que se implantó el sistema de pagos internacionales que funciona mediante el Sistema SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial  Telecomunication), y no es más (y nada menos) que UNAS ÓRDENES DE PAGO (que no, transferencia de fondos). Es decir,  que primero este organismo, sito en Bruselas, Bélgica pero con datacenters en Holanda y Estados Unidos, envía esta orden de pago y después, los bancos receptor y emisor del dinero se ponen de acuerdo para enviar y aceptar la transferencia…. A través del Banco de Pagos Internacionales de Basilea, que previamente realiza el cambio de la moneda que emite la transferencia al petrodólar (cotización del día del petróleo en dólares) y después a la moneda del país donde se recibe la transferencia.

En definitiva, aquel año 1973 de la FALSA Guerra del Yom Kippur, quienes montaron la red de telecomunicaciones y el sistema informático sobre el que se asienta el sistema de intercambio de dinero internacional impusieron su petrodólar sobre las haciendas y bancos centrales nacionales, ejecutando, de hecho, un golpe de estado mundial. ¡O te unes a la Red o te quedas fuera! Es decir, excluido del comercio mundial. Lo mismo que pasaría en 1998 con la des-regulación de la banca que llevó a la «contaminación con los activos tóxicos» que acabaron tumbando la economía.

La informatización de la banca se produjo, expresamente, para posibilitar ese golpe de estado, pues con los anteriores sistemas no se podía construir una red internacional. Es decir, que la expansión de la informática (e Internet) fue con este fin.

¿Quiénes montaron esa Red?

Es evidente que si fue en Bélgica y Holanda donde se instaló el SWIFT y en Suiza el BIS, todo tiene que ver con el Vaticano pues, como ya conté en «Cómo nos robaron la salud, el dinero, el amor…», el Papa otorga la capacidad para emitir dinero a los reyes y  Suiza es un estado papal.

¿Y dónde está el Gran Sanhedrín en toda esta «pomada»?, se dirá alguno.
La única explicación que se me ocurre es que la aristocracia (o una buena parte de ella, incluidas las monarquías) sean en realidad parte de una de las tribus de Israel, a través de ese linaje merovingio del que tanto se ha hablado y, por tanto, de la misma sangre que Jesucristo. Eso es lo que les otorgaría una serie de «derechos» por encima del resto de los mortales y crearía una relación «especial» con cada sucesor de Pedro.
En definitiva, la aristocracia, con sus especiales derecho, serían en realidad judíos.
De acuerdo a esta hipótesis, los aristócratas que fundaron la Orden del Temple serían también judíos y lo que quisieron fue recuperar Jerusalén (igual que ahora), llevando a los cristianos a la Cruzada, y el estado templario de Suiza (de los librecambistas) sería, obviamente, también de inspiración judía.
En realidad, la relación REAL entre el Vaticano y el judaísmo es la única pieza que queda por colocar en el puzle.