Continúan sucediendo cosas muy extrañas en el Planeta.
¿Cómo si no calificar que aparezcan 200 lingotes de oro en los aseos de un avión procedente de Dubai?
¿Cómo calificar que el Reino Unido anuncie «un índice bursátil islámico» que contenga bonos «halal», es decir, sin intereses? (el meollo de la banca islámica).
Nos encontramos que la prensa oficial anuncia la confirmación científica de la existencia de Dios, que las víctimas de los drones USA testifican ante el Congreso, nos encontramos que la fulgurante nueva moneda digital -el bitcoin- ya se puede recargar ¡en un cajero de Canadá!
Todo está sucediendo tan deprisa que quizás no te hagas consciente de lo que estamos viviendo.
Estamos viviendo, sin lugar a dudas, el cambio de polaridad en el Planeta, personificado en la emergente figura de Wladimir Putin como el verdadero hombre fuerte, apoyado en la moneda china, el yuang. Si hacemos caso al informe Fulford, en las últimas fechas Bush y Kissinger pidieron audiencia a Putin (denegada) y Netanyahu al Papa (también denegada). Señal de que saben que tienen la partida perdida.
Como os exponía ayer, Arabia Saudita y Turquía se han quedado solas apoyando a los terroristas. Ignoramos realmente el papel que ahora tiene Obama en los Estados Unidos pero parece que más bien poco y todo hace indicar que el ejército USA (y posiblemente la CIA) está colaborando con Rusia para acabar con los terroristas de Al Qaeda.
Con Hollande y Cameron sumamente debilitados tras el fiasco del ataque a Siria y las escuchas de la CIA, Arabia Saudita parece que va a afrontar una «primavera árabe» que quitará a la familia Saud del poder. La «polémica» sobre el derecho de las mujeres a conducir, bien podría ser el comienzo de la revolución: este simpático vídeo a los acordes del «No woman, no cry» está comenzando a mover la cosa. Una vez depuesto el régimen de Arabia, le tocará el turno a Francia y Gran Bretaña, y a Estados Unidos: es posible que los tres caigan en el mismo momento pero la situación se perfila para el cambio del sistema monetario, preludio para el advenimiento de este gran cambio en el Planeta.
Por último, no podía pasar la oportunidad de mencionar a este valiente cocinero alemán que ha puesto en marcha «la falacia de las letras mayúsculas» y nuestro «alter esclavo del sistema», dando de alta un país en su propiedad y emitiendo unos documentos propios. Al negarse a utilizar el permiso de conducción oficial, ha sido detenido en Alemania.
Evidentemente, el redactor de esta noticia no entiende lo que ha hecho y por eso se burla de él.
Hay más, muchas más cosas que leo a cada momento, por ejemplo esta educadora que denuncia la falsedad del síndrome de hiperactividad. Esto va muy pero que muy deprisa.
