Con estas declaraciones ante la juez que ha reabierto el caso, el único acusado por los atentados del 11 de marzo del 2004 en Madrid, debe salir a la calle inmediatamente porque ya no hay trama que le pueda relacionar con la matanza, ni remotamente.
La versión oficial sobre el atentado ha muerto.
El juez Del Olmo omitió este testimonio, en un flagrante delito de ocultación de pruebas y debería ser condenado por ello.