De verdad, parece que sólo con nombrar algo, creas esa realidad.
Si recordáis, hace semanas imaginaba una competición de victimismo entre una mujer y un nacionalista en la que se iba subiendo de apuesta hasta llegar al victimismo máximo: el judío.
El sábado me encontré un cartel de unas charlas anarquistas en la que se anuncia a Carla, que se queda muy cerquita del Oscar al victimismo, pues se declara la víctima perfecta: feminista, negra y lesbiana. Es decir,está proclamando a los cuatro vientos que ella «ha sufrido más que tú; así que tienes que sentirte culpable y reconocer que ella es mejor que tú».
Carla ha construido su personalidad eligiendo dar pena a los demás a base de autoetiquetarse con todos los roles que ha conseguido. Se hace la diferente que quiere ser como los demás CUANDO YA ES IGUAL QUE TODOS LOS DEMÁS. (Evidentemente, para obtener prebendas y colgarse el papel de heroína). ¡Qué pena que no aparezca una judía en la charla para que Carla se sintiera culpable!
Un ejercicio impecable de Narcisismo: sin duda el peor pecado que se comete hoy día.
Justo el mismo día me encontré con este vídeo del periodista catalán Arcadi Espada (que apoya el Movimiento Ciudadano) acusando a Rosa Díez de «narcisismo de la diferencia». Muy recomendable que Carla se lo viera.