El vocablo «pijo» creo que ha sido ya adoptado en muchos países latinoamericanos aunque en Venezuela se utiliza «sifrino»:denota a la persona cuya manera de hablar busca la aprobación constante del interlocutor, con una característica entonación que existe también en otros idiomas, como el inglés, donde se conoce como «uptalk«.
En España, se empezó a detectar en los años ochenta, primero entre las clases altas, y luego entre toda la población, pero sobre todo entre las mujeres… Hace ya tiempo que me di cuenta que el habla «gay» conocida como la «pluma» tiene una idéntica entonación. Haced la prueba.
Si prestas una atención consciente a tu reacción cuando hablas con un gay con pluma, su estilo entonativo te regala a los oídos una aprobación a cualquier cosa que digas que es un verdadero chantaje emocional.
Lo que los científicos yanquis han detectado es que este estilo del habla, tradicionalmente asociado a las chicas californianas (y que fue denunciado hace décadas en la canción de Frank Zappa «Valley girl«) cada vez está más extendido entre los chicos.
La profesora Amalia Arvaniti no tiene claro cómo empezó «una posibilidad es que sea una derivación de un lenguaje coloquial que encontramos en muchos países angloparlantes en el que el hablante realiza una afirmación pero al mismo tiempo, INDIRECTAMENTE, por la entonación parece que esté preguntando y buscando la aprobación del interlocutor; que le apoyas«. (Ahí reside la manipulación).
La próxima vez que habléis o escuchéis a hablar a un gay, fijaos en que utilizan esta manera de comunicar totalmente manipuladora.
PD. Para sacarle de su hechizo, preguntadle si está preguntando o afirmando.
PD 2: Mirad este vídeo de «La hora gay» a partir del minuto 2:40. «Que nos acompañaron la semana pasada}}
Utilizo el signo «}» para marcar cómo la entonación de una oración afirmativa termina en una pregunta, lo que se traduce, en el ejemplo del vídeo, como «»nos acompañaron la semana pasada, ¿lo entendiste, verdad?», con lo que el gay consigue la empatía con el interlocutor.
PD 3. Que el habla «pijo» naciera en California es prueba concluyente de que el pijerío nació en Hollywood, el lugar de las apariencias… y la inseguridad. Las chicas que querían triunfar a toda costa en la «fábrica de sueños» utilizaron este recurso para conseguir «camelarse» al productor que le daría trabajo.
Por supuesto, el movimiento gay también nació en California (San Francisco), aunque su hecho desencadenante lo llevaran a Nueva York (para que no fuera demasiado «descarado»).
